Un título de Liga, el 5-0 al Barça y Raúl

Una Liga ganada, una inolvidable paliza al Barcelona y Raúl. Ésa fue la herencia que Valdano dejó como técnico del Madrid, donde llegó en el 94 procedente del Tenerife, equipo al que había llevado a las cotas más altas de su historia, con participación europea incluida. Fueron aquéllos suficientes argumentos para que Mendoza fichara al hombre que se sentaba en el banquillo de un rival, el Tenerife, frente al que el Madrid se había dejado dos Ligas. Con Valdano llegaron al Bernabéu jugadores como Redondo, Laudrup o Amavisca. Además, apostó por un chaval de 17 años, Raúl, a la vez que mandaba a Butragueño a la grada. En el recuerdo quedó el 5-0 al Barça, convertido en el resultado más luminoso de un Madrid que fue campeón con un balance de 23 victorias, 9 empates y 6 derrotas, 76 goles a favor y sólo 29 en contra.Nada hacía presagiar que aquel equipo caería en picado unos meses después. Sanz relevó a Mendoza en la presidencia y Valdano comenzó a perder crédito. Parte del vestuario se puso en su contra y el técnico tomó medidas de choque. "Hay quien se preocupa más de sus negocios que del fútbol", llegó a decir antes de prescindir de Luis Enrique, Michel y Laudrup, quien poco antes había declarado que se sentía un esclavo. Valdano dio paso a varios jóvenes de la cantera, pero el 21 de enero del 96, compuso su última alineación como técnico madridista, en la que no figuraba, por primera vez en 12 años, ningún miembro de la Quinta del Buitre. Pero el Rayo venció en el Bernabéu y Sanz le destituyó. Después de unos meses de descanso, Valdano debutó como técnico del Valencia en la 10ª jornada de la temporada 96-97. Ya en la siguiente, y cuando sólo se habían disputado tres partidos, Roig, presidente del Valencia, le despidió. Desde entonces, Valdano no se ha sentado en banquillo alguno.