Una monja en el sumario
Una de las pocas sorpresas de la primera sesión del juicio a Joaquín Ferrándiz fue el relato de un guardia civil que desveló que una monja había asegurado que el acusado le seguía y la llamaba al convento. Según el agente, la religiosa afirmó que en una de estas llamadas su "perseguidor" le dijo: "Tienes suerte de que no sales por las noches". La monja, en su declaración, incluida en el sumario, manifestó haberse percatado de la presencia de un joven que la seguía en sus salidas a la autoescuela a la que acudía. La mujer indicó que el hombre sólo se había acercado a ella en una ocasión, en la que le pasó la mano por detrás, a lo que ella reaccionó dándole un "tortazo". La religiosa, que reside en La Vall d"Uixó y que se dedica al cuidado de ancianos, dijo haber reconocido a Ferrándiz después de que el hermano de la directora del convento dejara un periódico en el recinto. La monja vio la foto del acusado y lo identificó como el joven que la seguía y la llamaba. Después de decírselo a su superiora, se produjo la llamada a la guardia civil para prestar declaración. Ésta fue una de las pocas ocasiones ayer en las que intervino la abogada de Ferrándiz. Ésta preguntó al guardia civil que relataba los hechos si se comprobaron las horas a las que la religiosa decía ser seguida por el joven, cuestión a la que el agente contestó de forma afirmativa. Después, la letrada le interrogó sobre el horario laboral de su defendido en las fechas en las que supuestamente se produjo esta "persecución", que coincidía con los momentos relatados por la monja. Por último, el agente afirmó que, de las investigaciones efectuadas, se desprende que Ferrándiz ni solía faltar a su trabajo ni cometía faltas de puntualidad.
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