FERNANDO SAVATER FILÓSOFO "Hay formas de dar filosofía que me parecen perjudiciales"

Fernando Savater (San Sebastián, 1947) es filósofo, escritor y catedrático en la Universidad Complutense de Madrid. Pasó por Málaga para dar una conferencia que tomó el título de uno de sus últimos libros, El valor de educar. Ante un público fervoroso que apenas cabía en la sala, Savater habló de "la importancia que tiene la educación, no sólo como formación laboral, como medio de adquirir destrezas útiles, sino como manera de preparar una ciudadanía integral".Pregunta. ¿Cómo es ése ciudadano integral nacido de la educación?

Respuesta. Pues un ser humano capaz de convivir, de participar, de tener una actitud crítica en una sociedad democrática.

P. ¿Le parece posible educar para la tolerancia en un entorno resueltamente intolerante?

R. Es que precisamente por eso es necesario inculcar tolerancia. Si no, sólo habría que decirle al niño "Sal afuera y haz lo que veas".

P. Dice usted que la educación tiene siempre una vertiente conservadora.

R. Sí, porque transmitimos a los jóvenes lo que creemos que merece la pena conservar. Pero hay que preparar a la gente para que sea capaz de asumir las novedades; para que, ante lo desconocido, se muestren abiertos y digan "vaya, qué curioso". Si no, se crean sociedades cerradas, asustadas, acorazadas de prejuicios.

P. ¿Cree que a la gente le interesa la filosofía, que la encuentran útil?

R. La filosofía es un conocimiento especializado. Igual que no todo el mundo sabe de física nuclear, no todo el mundo sabe leer a Hegel. Y esta dimensión especializada no llega a la mayoría de las personas. Pero sí hay cosas que interesan a todos: el filósofo comparte inquietudes con mucha gente. Y más si, a través de la divulgación, los conocimientos see generalizan y están al alcance de la mano.

P. ¿Ha retrocedido la filosofía en los nuevos planes de estudio?

R. Quizá ha perdido horas, sí, pero no creo que sea cuestión de cantidad, sino de calidad; de cómo se enseña. Hay formas de dar filosofía que a mí me parecen perjudiciales. Lo importante es si se va a dar la filosofía pedante y memorística de siempre o si va a ser algo más estimulante y más crítico.

P. ¿Es fácil entusiasmar a los estudiantes con la filosofía?

R. La edad filosófica por excelencia es la adolescencia. Los jóvenes se preguntan por la muerte, por la justicia, por la libertad... Claro que les gusta la filosofía: lo que no les gusta son los profesores de filosofía. Se aburren. Es raro. En el colegio, el problema es hacer que los niños se callen, es difícil evitar que lo pregunten todo constantemente. Y en la Universidad el problema es conseguir que hablen, que participen. Cuando les preguntas algo te miran aterrados y se esconden bajo la mesa.