Tommy Wadebeck es un pastor de la Iglesia sueca que está aplicando, al parecer con gran éxito, sus conocimientos del alma humana, en auxilio de deportistas y equipos en crisis. Desde hace un año está contratado por el Fluminense de Brasil para asistir a los jugadores y al director técnico en el entrenamiento mental. Cada tres meses viaja a Río, y en casos agudos cumple su tarea por cualquiera de los medios que la tecnología moderna pone a su alcance para aplicar su terapia. "El año pasado el equipo estaba último en la tabla de clasificación y actualmente está tercero", declara Tommy con orgullo al diario de Malmö Sydsvenska Dagbladet. Y fundamenta su trabajo en que "las personas son un universo químico que es influido por muchos factores mentales". "Cuando un equipo empieza a perder, los deportistas sufren de angustia al pensar en el próximo fracaso. El miedo desarrolla un proceso en el cuerpo que afecta a los músculos y, en definitiva, reduce sus posibilidades. Es entonces cuando hay que actuar sobre la mente", agrega Tommy. Cuenta que en el Fluminense hay un defensa que a menudo pierde el impulso de jugar y entonces toma contacto con Tommy, por Internet o fax, y éste le trasmite los consejos necesarios para recuperar la confianza. Roland Andersson, entrenador del Malmö, despreció los servicios de Tommy considerándolos charlatanería y el resultado fue que el equipo acaba de descender a la división inferior después de una temporada desastrosa. Observando los resultados de cada domingo en las distintas ligas, se llega a la conclusión de que la actividad de Tommy puede ser necesaria en muchos países.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de noviembre de 1999