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FÚTBOL Undécima jornada de Liga

Busquets renace como portero en Lleida

Robert Álvarez

Lleida ha devuelto al fútbol a Busquets. El portero, que acabó saliendo de mala manera del Barça después de haber sido utilizado como arma arrojadiza en el conflicto entre Núñez y Cruyff, vuelve a sentirse un jugador con todas las de la ley. Trece partidos le han valido para ganarse a la afición del Lleida, por lo demás encantada por el cambio experimentado por su equipo, que ha pasado, con cinco triunfos en los seis últimos partidos, de las posiciones de descenso a las de cabeza.Busi, después de 19 años en el club azulgrana, el último de ellos sin dorsal siquiera, se encontró de patitas en la calle tras haber firmado el finiquito en Magistratura de Trabajo. A sus 32 años estaba sin equipo y con el lastre haber sido una de las apuestas fallidas de Cruyff. Sus declaraciones nunca fueron políticamente correctas. Replicó a Núñez y a Van Gaal, que lo marginó definitivamente después de que se atreviera a manifestar que Cruyff había sido su mejor técnico.

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La carrera de aquel chaval que llegó al Barça en 1981 cuando era infantil procedente del equipo de Badía del Vallés, una ciudad dormitorio muy próxima a Barcelona, estaba a punto de irse al traste. Había debutado en la final de la Recopa de 1991 perdida ante el Manchester United y fue el sucesor de Zubizarreta en 1994 antes de que, tras la marcha de Cruyff, Baía y Hesp lo relegaran al banquillo. Pero resistió.

Víctor Muñoz, técnico del Lleida, apostó por él como solución de urgencia, mediado ya agosto. Relevó al decepcionante yugoslavo Dudas. Busi gozaba de tantas simpatías como recelos por parte de la afición. Es un portero atípico, excepcional en el mano a mano pero que hacía tiritar a la parroquia del Camp Nou cuando de una parada ortodoxa se trataba; viste siempre pantalón largo, ha vivido episodios poco claros como una quemadura en una mano que atribuyó a un incidente doméstico, y un incidente con agresión incluida en un local barcelonés. A pesar de la mala suerte que tuvo hace ocho días en Córdoba donde se lesionó, su sustituto fue expulsado y acabó actuando en su puesto el defensa Milosevic, Busi intenta demostrar en Lleida -hasta ahora con éxito- que antes que nada es un buen portero.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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