Samoa vuelve a sorprender a Gales

Sólo en dos ocasiones un país de la élite mundial tradicional (las cinco naciones europeas, Irlanda, Francia, Escocia, Gales e Inglaterra, más los tres del hemisferio sur, Australia, Nueva Zelanda y Suráfrica) ha sido derrotado por una selección inferior en una Copa del Mundo. En ambas ocasiones, el desdichado país ha sido Gales; en ambas, también, el feliz ha sido Samoa.La primera ocurrió en 1991. La segunda, ayer. Fue más dolorosa: para mayor desgraciada de los europeos tuvo lugar en Cardiff, la capital de Gales, ante más de 70.000 enfervorizados aficionados galeses, y precisamente el día en que su último ídolo, el pelirrojo Neil Jenkins, batía el récord mundial de anotación en partidos internacionales que tenía el australiano Michael Lynagh en 911 puntos y lo dejaba en 927. Pero los 16 puntos conseguidos por Jenkins no sirvieron de nada ante Samoa, que terminó ganando por 38-31, con dos ensayos del apertura Bachop.

Después de este resultado, Gales depende de Argentina. Una victoria de los americanos ante el débil Japón por más de 69 puntos, dejaría a los galeses terceros de grupo, con lo que su pase a octavos dependería de un partido de repesca contra Irlanda.

En los otros partidos del día no hubo sorpresas. Nueva Zelanda goleó a Italia, la sexta nación europea, por 101-3 (el récord de anotación lo tienen en un 147-17 contra Japón), en un festival de 14 ensayos. Tres llevaron la firma del zaguero Jeff Wilson, quien alcanza 37 en su carrera internacional, lo que le valió para batir el récord neozelandés de 35 de John Kirwan. Jonah Lomu logró dos y elevó a 12 su registro en los Mundiales, con lo que supera la marca de 11 del inglés Underwood.

Australia derrotó sin problemas (55-19) a Estados Unidos y Canadá a Namibia por 77 -11