La Compañía Andaluza de Danza crea su propia cantera de bailarines a partir de un taller

La Compañía Andaluza de Danza ya tiene su propia cantera. Son los 13 mejores jóvenes de los 300 que se presentaron a una selección previa, tienen entre 15 y 18 años y muchas ganas de bailar. Los alumnos recibirán clases de danza española, ballet, danza clásica y flamenco de los mejores profesionales españoles. El maestro José Granero y la bailarina Aurora Bosch han comenzado ya sus clases en Sevilla. El Taller Flamenco, como se llama el proyecto, es un programa del Centro Andaluz de Danza que se desarrollará durante tres años y que contará, entre otros profesores, con Alberto Lorca, Antonio Ríos El Pipa y Matilde Coral. Los 13 bailarines deberán revalidar su puesto cada año.

"Este taller servirá de cantera para la Compañía Andaluza de Danza, pero también para otras compañías privadas. Si los chicos se mantienen los tres años será una buena señal. Si alguno no pasa los exámenes que se realizarán cada año su plaza quedará vacante y se sustituirá por otro", explicó ayer José Antonio, el director artístico de la Compañía Andaluza de Danza, durante la primera clase que impartió el maestro y coreógrafo José Granero. "La enseñanza en los conservatorios es importante, pero no hay que olvidarse de los maestros. Estoy en contra de la institucionalización de la danza, eso sería matarla. El baile hay que enriquecerlo con las aportaciones de los maestros porque cada uno tiene su criterio y su verdad", asegura José Antonio. De los siete chicos y seis chicas que participan en el taller, diez son andaluces, dos de Barcelona y uno de Madrid. Los siete jóvenes que no son de Sevilla -el taller se imparte en la sede del Centro Andaluz de Teatro- se hospedan en el Albergue Juvenil gracias a un convenio de colaboración con la Dirección General de Juventud. "Aquí se aprende mucho más que en el conservatorio. La experiencia es muy buena para nosotros que queremos dedicarnos al baile profesionalmente", comenta José Manuel Benítez, malagueño de 18 años y el mayor del grupo. La mayoría de los seleccionados están estudiando Danza Española en los conservatorios y bailan desde muy pequeños. La más precoz es Irene Baena, malagueña de 17 años, que comenzó en la guardería con sólo tres años. "Le dijeron a mi madre que me apuntara a clases de baile porque me vieron como me movía cuando un chico tocaba la guitarra", recuerda. "El nivel está bien y tienen una edad propicia para empezar a trabajar con ellos. Yo me dedicaré a potenciar la parte interpretativa y de colocación, dentro de la danza española", explicó Granero que impartirá sus clases hasta el 29 de octubre. Tanto José Antonio como la bailaora Ana María Bueno, también profesora del programa, coinciden en que las grandes lagunas de formación son la danza clásica y la escuela bolera, aspectos que se pontenciarán en el taller.