El Espanyol desengaña al Atlético

ESPANYOL 3 ATLÉTICO 1El Atlético se llevó otro chasco en un partido que transcurrió por la vía de lo contencioso bullanguero, en el que empezó dándole resultado el efecto Hasselbaink y en el que el Espanyol lo sumió en el mayor de los desengaños. El Atlético no pudo resistir ni siquiera hasta el descanso. Tirado atrás se suicidó en el intento de marcar una línea de fuera de juego que rompió con una facilidad pasmosa la rapidez y picardía de un trío que ni pintado para ese menester: De Lucas, Tamudo y Benítez. Lo peor del Atlético fue que, una vez que sacó tajada de su único recurso, el zarpazo mortal de Hasselbaink, se quedó en nada. Adelantó líneas con una falta de convencimiento que causó estupor, gastó su último cartucho con un disparo de Hasselbaink en la reanudación y se apagó para lanzar la toalla así que facilitó el tercer tanto con otro error defensivo. Fue a la salida de un saque de esquina en el que malogró dos ocasiones para el despeje y dejó abierta la puerta hasta que Rotchen solo tuvo que empujar el balón a un par de metros de Toni. Quedaba más de media hora, un calvario extra para los rojiblancos. La bulla del partido, precedido por la protesta de la grada contra Capdevila debido al cambio de colores que protagonizó la pasada primavera, y contra un equipo al que en los últimos tiempos viene el Espanyol sirviendo de nodriza, se trasladó al césped. Ranieri dispuso dos cuartetos en defensa -con la novedad de Gaspar- y en el centro del campo, Valerón en la media punta y Hasselbaink arriba. La refriega tapó todos los intentos que llegaran más allá de la línea de tres cuartos de cada terreno. La riña no fue futbolística. Tiró a lo barriobajero por más que el árbitro recurriese a las tarjetas. Solari bajaba a defender a Rotchen en los golpes francos pero en lugar de mirar por dónde podía llegar el balón, miraba únicamente al argentino del Espanyol con lo que el rifirrafe ya estaba asegurado. Y esa fue la constante, incluido un codazo de Benítez a Hasselbaink sin balón en juego. La crispación no dejó lugar para el juego. El Atlético se parapetó muy atrás. Pero nadie pudo quedar estupefacto por el desenlace. Hasselbaink avisó en un lanzamiento de falta y Sergio envió rozando el palo tras una combinación con Tamudo que ya dejó ver las lagunas de la defensa atlética.Hasselbaink, en su segundo zarpazo, al cuarto de hora, ya no perdonó. La jugada partió de una indecisión de Galca y del batallar constante, la soltura y el tiralíneas que es capaz de trazar desde el centro del campo Baraja, junto al delantero de Surinam, el mejor con diferencia del Atlético. Hasselbaink imprimió su sello por cuatro veces en esa acción. Se desmarcó, controló, fintó para que Cavallero se lanzara antes de tiempo y enganchó un remate, que sin ser lo mejor de la jugada, bastó para adelantar al Atlético. El Espanyol había abusado del balonazo largo. Buscaba la rapidez de sus puntas. La encontró a la que tocó un par de veces el cuero antes de enviarlo sin acuse de recibo. Los goles llegaron para jolgorio de la parroquia blanquiazul por la banda derecha, donde Capdevila fue superado por De Lucas. Santi y Gamarra acabaron de facilitar el trabajo de Tamudo y Benítez, que aprovecharon la oquedad de la defensa atlética.