Dos hijas y una custodia
Dos niñas, de cinco y seis años, quizás sean ajenas a la situación, pero están en el centro de una nueva batalla jurídica que libran sus progenitores en torno a su guarda y custodia, tras la ruptura del matrimonio. Se trata de un nuevo caso de disputa de la custodía de los hijos de un ex matrimonio mixto, entre una española y un extranjero, que tendrán que dirimir los juzgados españoles. Ahlam Eid Ali, de origen jordano aunque posee la nacionalidad española y residente en Callosa del Segura (La Vega Baja), ha denunciado a su ex marido, Essam Abou Ainain, de nacionalidad siria, por el quebranto de los deberes de custodia de las dos hijas del matrimonio, a raíz la separación conyugal que tramita el Juzgado de Instrucción número 7 de Móstoles (Madrid). Las dos niñas también tienen la nacionalidad española, según la madre. "Mi marido no sólo no me ha devuelto a las niñas transcurrido el periodo legal al que tenía derecho (17 días, según el auto judicial), sino que temo que esté en trámites para sacarlas de España y llevárselas a Siria", comenta consternada la madre. "Tengo datos que me hacen sospechar que el padre está intentando conseguir un pasaporte falso para las niñas para consumar su propósito de no devolvérmelas, de ahí que haya denunciado el caso ante la polcía", añade. La mujer presentó una denuncia de los hechos en la Jefatura Superior de la Policía de Murcia. El mencionado auto de medidas provisionales, dictado por el juzgado de Móstoles el pasado 24 de julio, concede la guarda y custodia de las hijas menores del matrimonio a la esposa. En lo que respecta al régimen de visitas, las condiciona a que el padre permanezca en territorio español. Igualmente el magistrado, en su auto, prohíbe al ex marido salir del territorio nacional con las menores sin una previa autorización judicial. Ahlam Eid asegura que el pasado día 17 de agosto su ex marido se personó en su domicilio particular, en la mencionada localidad de Callosa del Segura, a recoger a las dos menores para pasar unos días de vacaciones con él, en concreto 17 días. "Yo, y de acuerdo a la resolución del auto de separación, accedí a dejárselas", afirma la madre. "Mi ex marido me dio un número de teléfono y una dirección a donde podría ir a recoger a las niñas", explica más adelante. Sin embargo, la mujer denuncia que transcurrido el plazo de los 17 días el padre incumplió su obligación y no devolvió al domicilio de la madre a las dos niñas. "Además, me mintió en cuanto al número de teléfono y la dirección, ambos datos son falsos", subraya. "Al teléfono que me dio no contesta nadie. También me personé en el domicilio que me facilitó y no sólo no estaba allí, sino que nadie lo conocía", enfatiza con rabia la mujer. La madre insiste en que transcurridos los 17 días sin que el padre devolviese a las pequeñas al domicilio de la mujer, ésta ignora el paradero de las pequeñas y del padre. "Tampoco sé nada respecto a su estado de salud, que es lo que más me preocupa", precisa. No obstante, la mujer, en su denuncia, aporta un dato a efectos de posibles investigaciones policiales en pos de la búsqueda de sus dos hijas. Ahlam Eid Ali asegura que su ex marido tiene un familiar en Berlín, "y posiblemente podría encontrarse allí", dice. La mujer, aparte de denunciar los hechos a la policía, también ha dado cuenta del caso al juzgado que tramita la separación, porque, a su juicio, el ex marido podría estar cometiendo un delito de desobediencia grave a una resolución judicial, así como un delito de quebrantamiento de deberes de custodia de las dos hijas. La madre asegura que no cejará en su empeño hasta encontrar a sus hijas, y espera que el caso se resuelva antes de que el ex marido logre sacar a las pequeñas de España. "Entonces, el caso se complicaría y las posbilidades de recuperar a mis hijas serían menores", dice la mujer. No es éste el primer caso que se produce en Alicante de disputa de la custodia de hijos de matrimonios extranjeros que tienen que dimir los juzgados españoles. En el verano de 1997, tres niñas de seis, ocho y diez años, fueron las protagonistas de una disputa familiar que tenía su origen en el país centroeuropeo de Austria. En aquella ocasión, la custodía de las menores pertenecía al padre, aunque la madre llegó a retener a las pequeñas en una finca en Rojales. La Guardia Civil devolvió las hijas al padre, pero el ex matrimonio mantuvo airadas disputas en los juzgados de Alicante, hasta que finalmente el magistrado español ratificó una anterior sentencia de un tribunal austríaco. La disputa entre los ex cónyuges se mantuvo hasta el último minuto, cuando el padre y sus tres hijas se encontraban en el aeropuerto de L"Altet camino de Austria. "Me han robado mis hijas", gritaba con deseperación la madre.
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