Almunia estudia anular el congreso del PSPV a partir de dos observaciones recogidas en el acta

La permanente de la ejecutiva federal del PSOE, que dirige el secretario general Joaquín Almunia, estudia la posibilidad de anular el congreso extraordinario de los socialistas valencianos a partir de dos observaciones recogidas en el acta de la asamblea. Los elementos que servirían de percha para invalidar el resultado del congreso, celebrado el pasado fin de semana, son dos. Uno, la presidenta de la mesa, Ana Noguera, convocó la votación sin estar presentes tres de los cinco miembros que la componían y que se retrasaron unos minutos. Dos, la presidenta consideró que el quorum necesario para elegir la nueva ejecutiva era el existente al constituirse el congreso y no en el momento de votar.

A la Mesa del Congreso se presentaron el pasado sábado dos candidaturas. La primera estaba formada por Ana Noguera, Rafael Rubio, José Javier Gomis, Manuel Rodríguez y Antonia Graells, pertenecientes a las familias asuncionista y renovadora. La segunda, compuesta por ciscaristas y lermistas, estaba configurada por Josep Almenar, José Gadea, Josefa Tornero, María Teresa Sempere y Miguel Crespo. Los gritos de los delegados que empezaron a demandar unidad obligaron a la gestora del PSPV a paralizar el congreso durante diez minutos para intentar lograr una candidatura de integración. Ésta se produjo finalmente y quedó compuesta por Ana Noguera como presidenta, Rafael Rubio como vicepresidente y Josep Almenar, María Teresa Sempere y Josefa Tornero. Noguera pertenece a la corriente Izquierda Socialista que apoya a Antoni Asunción, Rubio se encuadra con los renovadores de Joan Ignasi Pla, mientras que Almenar es hombre de confianza de Ciprià Ciscar, adscripción en la que también se encuadra María Teresa Sempere. Josefa Tornero se adscribe al lermismo. Almenar, Sempere y Tornero fueron los tres miembros de la Mesa del Congreso que se retrasaron y no estuvieron presentes cuando Ana Noguera anunció la presentación de la candidatura de Pla y la votación. Ana Noguera, según fuentes presentes en las negociaciones, se negó a atender las sugerencias de Ciprià Ciscar para que suspendiese el congreso y reanudó la asamblea tras constatar que ya no había posibilidad de acuerdo. A las cinco de la madrugada del domingo, cuando Noguera dio luz verde a la votación, la presión de los delegados para que siguiese el congreso era elevadísima. Renovadores y lermistas habían expandido el rumor de que Noguera negociaba para Asunción con Ciscar y los delegados salieron haciendo palmas en dirección a los despachos de negociación justo cuando la presidenta salía. En caso de anularse el congreso, la mesa constituida no podría convertirse en dirección provisional del PSPV. Ello obligaría a la dirección federal, y concretamente a Joaquín Almunia, que asumió ayer personalmente la resolución de la crisis, a designar una comisión gestora.PASA A LA PÁGINA 3