El Extremadura sigue intratable
Ganó a Osasuna y suma su quinta victoria consecutiva
Cinco de cinco. El Extremadura mete miedo con su impresionante comienzo liguero. Es una forma rotunda de presentar sus credenciales para el ascenso. Sus rivales se cuentan por víctimas y ayer cayó Osasuna, otro conjunto con aspiraciones. Extremadura y Osasuna disputaron un partido áspero, incluso bronco, sin concesiones para la galería pero vivo hasta el final. Para el grupo de Ortuondo lo mejor fue el resultado y su demostrada capacidad de sacrificio. Enfrente, Osasuna se perfiló como un equipo serio, ordenado, sobre todo en el centro del campo pero un tanto nervioso en defensa y sin demasiados recursos ofensivos.Comenzó sorprendiendo el Extremadura a su rival con una presión muy fuerte. Bregó en el centro del campo y lanzó balones largos buscando a Manuel y Duré. El Osasuna, un tanto despistado, dio facilidades y los azulgranas pudieron resolver por la vía rápida. A los cinco minutos, contabilizaba un gol anulado y una oportunidad clarísima de Duré. El partido se aceleró y surgieron las imprecisiones.
EXTREMADURA 1 OSASUNA 0
Extremadura: Gaspercic; Óscar, Kalla, Belenguer, Poli; Kortina, Pedro José, Viaud, Geli; Duré (Rueda, m.90) y Manuel (Soto, m.71).Osasuna: Sanzol; Alfonso, Cruchaga, Vasiljevic (Ciganda, m.80), Mateo, Josema; Alfredo, Alex, Palacios; Trzeciak (Ismael, m.54) y Arpón. Gol: 1-0. M.64. Viaud de disparo seco y bajo desde fuera del área. Árbitro: Muñiz Fernández. Amonestó a Alex, Geli, Óscar y Manuel. Unos 3.500 espectadores en el campo Francisco de la Hera.
El descanso oxigenó al conjunto de Lotina. Más asentado, Alfredo y Alex comenzaron a mover el balón y el Extremadura se encontró desplazado. Pero sostiene el Extremadura una filosofía muy clara: trabajo de grupo, sacrificio y constancia. Un conjunto sin estrellas y sin un goleador nato. Lo suple a base de tesón, movilidad y con dos auténticos depredadores en la mediana: Pedro José y Viaud. El francés, cada vez más integrado, se crece y suyo fue el gol precisamente cuando mejor jugaba el Osasuna. Insistió el equipo de Lotina pero el trabajo de Alfredo y Alex no encontró continuidad a la hora de definir. Podía ocurrir cualquier cosa. Los locales pudieron sentenciar, pero Rueda falló a medio metro de la portería y el asunto se complicó. El Osasuna tiró de lo que se suele tirar en esas circunstancias: voluntad. Balones a la olla, nervios (Kortina cabeceó dos veces sobre su propia puerta), alguna locura de Gaspercic, Cruchaga disfrutando de una clara ocasión y pitido final que confirmó el momento dulce que atraviesa el grupo de Ortuondo.
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