_
_
_
_
FÚTBOL Primera División

El Atlético se aferra a Hasselbaink

Los rojiblancos logran un empate en Zaragoza con gol del holandés, a quien buscan siempre

El Atlético ha encontrado una jugada: el pase corrido hacia Hasselbaink, para que el holandés gane por potencia y remate con dureza. Una jugada simple y directa, previsible si se quiere, pero que le ha dado un sentido al juego de los rojiblancos, un objetivo, algo en lo que creer. Por eso se aferra a ella sin disimulo, no la cambia. No se sabía a qué jugaba el Atlético, ahora ya sí: en cuanto coge la pelota, se lanza a la búsqueda de Hasselbaink, de su carrera y su disparo.Así arreglaron los rojiblancos un partido que se les había puesto rápidamente en contra. Y se les había puesto así porque el Zaragoza salió decidido a descolocar al débil entramado visitante del primer soplido, moviendo la pelota de un lado a otro y sorprendiendo luego con una vertical. A golpe de fueras de juego el Atlético se salvó de un nuevo desastre, pero pagó su descarada política de ceder la iniciativa, de retroceder por sistema y de consentir todo tipo de tráfico aéreo dentro de su área. Toni no sale jamás y los defensas dudan; los rivales lo cabecean todo. Así llegó el 1-0. Gamarra regaló un córner, Aragón lo sacó de forma deliciosa y Milosevic, tras fugarse de Gaspar, cabeceó a la red.

ZARAGOZA 1 ATLÉTICO 1

Zaragoza: Juanmi; Pablo, Aguado, Paco, Sundgren; Marcos Vales, Acuña, Aragón, Vellisca (Juanele, m.81); Milosevic y Yordi (Jamelli, m.81).Atlético: Toni; Gaspar, Santi, Gamarra, Capdevila; Aguilera (Roberto, m.71), Venturín, Valerón (Paunovic, m.85), Solari; Correa (Baraja, m.34) y Hasselbaink. Goles: 1-0. M.19. Aragón lanza un córner desde la derecha, Milosevic se escapa de Gaspar y cabecea con fuerza. El balón dobla la mano a Toni y acaba en la red. 1-1. M.26. Correa profundiza sobre Hasselbaink, que, dentro del área, fusila cruzado con la derecha. Árbitro: Pérez Lasa. Mostró tarjeta amarilla a Aguado, Gaspar,Valerón, Yordi, Venturín y Solari. 20.000 espectadores en La Romareda. Se guardó un minuto de silencio por los fallecidos en el accidente de La Muela (Zaragoza).

El Atlético era en sí mismo una duda inmensa. Se le notaba dentro del campo, y también fuera de él. Ranieri volvía a demostrar no tener claro lo que arañar de este equipo. No acaba de dar con el dibujo, ni con la alineación. Tampoco consigue determinar dónde situar a los futbolistas sagrados. A Valerón, por ejemplo. Volvió a insistir con el canario como doble pivote, pero, a la vista de que el equipo estaba perdiendo la batalla del centro del campo, el italiano claudicó a los 34 minutos: adelantó un poco a Valerón y buscó mayor consistencia con la entrada de Baraja. El sacrificado fue Correa, protagonista estelar en el tanto rojiblanco que se había producido tan sólo cinco minutos antes. Correa enseñó el camino con un gran pase raso y profundo sobre Hasselbaink, y sus compañeros repitieron la maniobra luego con insistencia. Y siempre haciendo daño, pese a que el Zaragoza estaba avisado de por todos lados: el holandés se las apañaba para ganar la carrera y rematar.

Así volvió al partido el Atlético, que vivió el primer tiempo a merced del Zaragoza. Los locales tropezaron demasiado en la trampa del fuera de juego, pero le complicaron la jornada al Atlético con una dirección excelente desde la medular y con el bombeo de balones sobre el área.

La segunda parte, en cambio, fue del Atlético. El Zaragoza ya sólo supo hacer daño a balón parado. Ranieri adelantó al equipo, le hizo jugar en el campo del rival y enseguida comprobó las ventajas que este tipo de medidas reportan. La defensa hace mejor su trabajo -los segundos 45 minutos de Gaspar fueron sensacionales- y los centrocampistas se sienten más seguros para maniobrar -ayer autorizados al fin a tocar-. Y a Hasselbaink lo mismo le da. Juegue como juegue su equipo, él siempre se las apaña para irse y tirar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_