La patronal bancaria reclama más medidas liberalizadoras

El aumento de la inflación en agosto un 0,4% "ha sido preocupante, pero no inesperado". Así lo señaló ayer Federico Prades, asesor económico de la Asociación Española de Banca (AEB), para quien no hay otra receta que "ahondar en las medidas liberalizadoras, introducir nuevos elementos de competencia y ampliar la reforma laboral".Prades reconoció que el impacto de los precios de los carburantes en España tiene una mayor incidencia que en el resto de los países de la Unión Europea, aunque no quiso valorar si existe en este sector suficiente nivel de competencia. Sin embargo, el asesor de la AEB considera que el aumento de los precios por la incidencia del petróleo "no debe aumentar el diferencial de inflación con la media de la Unión Europea, hecho éste que si ocurriera se convertiría en un verdadero problema para la economía española, porque tendría efectos sobre la competitividad".

Prades recalcó como un elemento positivo que la inflación subyacente (la que excluye la energía y los alimentos elaborados) se situó en el pasado mes de agosto en el 2,4%, coincidiendo con el índice general. A juicio de la AEB, la inflación subyacente estaba enquistada en el 2,5% y este hecho se olvidó cuando el IPC al final de 1998 se situó en el 1,4,%, "dato que ya dijimos que era un espejismo, igual que ahora no hay que dramatizar", recalcó Prades.

La AEB dio sus previsiones para el año 2000. "Consideramos que el ritmo de demanda interna bajará, pero que este dato quedará compensado con la mejora de las exportaciones, lo que dará lugar a un crecimineto de la economía del 3,5%. Se crearán unos 300.000 empleos nuevos y la inflación volverá en el segundo semestre al 2%".

El asesor bancario Julio Rodríguez dijo que los bancos que operan en España obtuvieron hasta junio un beneficio bruto de 421.000 millones de pesetas, lo que supone un aumento del 5,8% respecto al mismo periodo del año anterior.