IU confía en remontar su crisis económica antes de las elecciones

Los nuevos responsables de organización y finanzas de Izquierda Unida esperan que la coalición pueda afrontar los gastos de las próximas elecciones, a pesar de las sustanciosas pérdidas económicas que ha sufrido por el fuerte descenso de votos en las elecciones municipales, europeas y autonómicas del pasado 13 de junio. Incluso reconociendo que la situación financiera de Izquierda Unida es "crítica", los nuevos encargados de llevar las cuentas de la coalición esperan que esos gastos electorales puedan afrontarse "sin ningún problema". Así lo aseguraron ayer el nuevo secretario de organización y finanzas, Jesús María Garrido, y su adjunto, Ginés Fernández.

Según un documento que resume la situación financiera de la coalición, IU ha sufrido pérdidas por un monto total de 1.131 millones de pesetas tras sus fracasos electorales. La diferencia entre gastos e ingresos debidos a los comicios es brutal. Izquierda Unida gastó 2.124 millones de pesetas en los comicios, bastante más de lo presupuestado, y únicamente ingresó 992 millones, mucho menos de lo previsto inicialmente. La caída en votos y, por tanto, en diputados, eurodiputados y concejales implica una inmediata reducción de las subvenciones que los partidos reciben del Estado.

A pesar de esta difícil situación, los nuevos responsables de finanzas se mostraron ayer convencidos de que se puede reconducir la situación financiera. Para lograrlo, ya han comenzado a renegociar las deudas con los proveedores y a aconsejar a todas las federaciones que apliquen medidas de austeridad.

La primera de ellas será la de reducir y controlar los gastos ordinarios, seguida de una reestructuración de personal. A pesar de los temores de muchos trabajadores de IU, Garrido aseguró que no se va a despedir a nadie. Tampoco se contempla la posibilidad de cerrar sedes locales y provinciales.

Ingresos por los pactos

Uno de los elementos que pueden corregir las graves cifras de pérdidas es, según Garrido, el hecho de que la coalición alcanzara diversos pactos de gobierno tras las elecciones del 13 de junio. Al contrario de lo que sucedió en 1995, cuando la ausencia de acuerdo entre IU y el PSOE les impidió gobernar en muchos ayuntamientos, los pactos alcanzados tras las últimas elecciones han llevado a IU a gobernar, junto al PSOE, en varios municipios, a pesar de que en muchos otros ha dejado de estar presente por la caída de votos.

Entrar en un gobierno implica obtener cargos remunerados, y una parte importante de esos sueldos se debe ceder obligatoriamente a la organización. Estos ingresos, aún no cuantificados, pueden sanear algo las cuentas de la coalición. Izquierda Unida también ha entrado, por primera vez, en el Gobierno de una comunidad autónoma: tiene un consejero en Baleares.