Crecimiento lento

El comportamiento de las grandes economías va aportando datos positivos con cuentagotas, aunque algunos, como el de Japón, consiguen sorprender a los mercados. El PIB japonés creció un inesperado 0,2% en el segundo trimestre de este año, cuando los analistas esperaban un dato negativo, mientras que en Alemania el crecimiento de agosto demuestra que se han quemado dos meses del semestre de la recuperación sin avances significativos. Otro dato que sorprendió fue la inflación final en Alemania para el mes de agosto, con un descenso del 0,1% y una tasa interanual del 0,7%. Ahora que está próxima la publicación del IPC español para el pasado mes, las comparaciones son inevitables, sobre todo porque el petróleo continúa muy por encima de los 22 dólares por barril y anuncia problemas futuros con los precios.

Los mercados de valores abrieron con un comportamiento neutro que, poco a poco, fue mejorando, en parte por los datos económicos y también porque la Bolsa de Nueva York abrió con un tono más positivo que el que mostraba a media tarde. Al final de la sesión ganó 43,1 puntos (0,39%).

La Bolsa de Madrid ganaba el 1,21%, 10,72 puntos, pero esto contrastaba con la evolución del mercado de deuda, en el que la rentabilidad a 10 años subió en algunos momentos hasta el 5,32%, muy cerca de los máximos anuales. A pesar de la presión que ejercen los mercados sobre los tipos de interés, el BCE mantuvo invariable el precio del dinero para la zona del euro, algo que encaja perfectamente con los datos aportados por la economía alemana.

La contratación en el mercado continuo fue de 130.750 millones de pesetas efectivas, 785,82 millones de euros, que si bien dejan atrás los datos cercanos a los mínimos del ejercicio, ofrecen muchas dudas por su concentración.

El euro tuvo un comportamiento muy irregular y a última hora de la tarde cotizaba a 1,0530 dólares, con un cambio oficial de 1,0592.