La 'Mir' queda deshabitada y a la espera de su destrucción
La estación espacial Mir despidió a las 20.12 de ayer a sus últimos ocupantes. A esa hora, dos astronautas rusos y otro francés cerraraban las escotillas del ingenio para pasar a la nave Soyuz TM-29, que les iba a trasladar a la Tierra. Se cerraba así una historia de 13 años al servicio de la ciencia del valioso laboratorio espacial, condenado ahora a muerte ante la escasez presupuestaria de la Agencia Espacial Rusa (AER). La nave Soyuz, con los últimos ocupantes de la Mir a bordo, partió hacia la Tierra a las 23.17. Los astronautas tardaron tres horas y diecinueve minutos en recorrer unos 400 kilómetros desde el espacio hasta un lugar al norte de Kazajistán en el que aterrizaron sin problemas y suavemente a las 2.36 de esta madrugada. La estación podría haber seguido funcionando hasta el 2005, asegura un responsable de la AER, que lamenta que se precipite el final de la estación, que será destruida en febrero próximo. Parte se quemará en la atmósfera y parte caerá al Pacífico.
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