El Celta falla a la primera
El debutante Danjou marcó el gol de la victoria del Oviedo
El Celta se encasilló en la primera reválida oficial. El equipo estelar de la pretemporada se encontró con uno de esos obstáculos difícilmente salvables en el primer recodo del camino. Ninguna sorpresa, pues la Liga estará llena de trampas y de escollos como los que ayer le puso el Oviedo delante al equipo vigués. Hasta que el campeonato ruede con normalidad y concluya la fase de acoplamiento, el debate en el Celta girará alrededor de un eje de discusión. Se trata de comprobar si la cuantiosa inversión viguesa para apuntalar la plantilla le permitirá al equipo mantener el punto que ya al final de la pasada temporada perdió con las lesiones de sus pilares básicos, Mazinho y Mostovoi. En la pretemporada, el equipo de Víctor Fernández se empeñó en despejar cuanto antes las brumas de escepticismo, pero cuando llegó la hora de la salida del sol, el cielo celeste apareció cubierto de nubarrones.El Oviedo, un equipo sin el oropel que otorgan los grandes titulares de prensa, se ha encomendado a Luis Aragonés como quien fía su destino a la doctrina del viejo hechicero. Una doctrina que, aplicada a un equipo de perfil bajo, tal vez consagre la temporada que arranca a reivindicar una buena cuota de talento para los jefes del banquillo. Ayer, el Celta salió en competición con el tono de agresividad propio de su redonda pretemporada. Quiso ganar con un excedente de calidad, pero, huérfano el equipo de un plus de inspiración y muy ayuno de remate hasta el último cuarto de hora, acabó estrellándose contra una roca de granito.
OVIEDO 1
CELTA 0Oviedo: Esteban; Danjou, Onopko, Borís; Eskurza, Nadj, Paulo Bento, Claessens (Fabio Pinto, m. 70), Corbo (Rabarivony, m. 81), Pompei (Jaime, m. 65); y Dely Valdés. Celta: Dutruel; Velasco, Sergio, Cáceres, Juanfran (Turdó, m. 65); Karpin, Celades (Tomás, m. 81), Makelele, Revivo; Gustavo López (Govanella, m. 65) y McCarthy. Gol: 1-0. M. 55. Pompei lanza un centro templado desde la banda derecha, y el defensa central Danjou, desde el área pequeña, cabecea de forma impecable a la red y bate a Dutruel. Árbitro: López Nieto. Mostró tarjetas amarillas a Corbo, Paulo Bento, Karpin y Juanfran. Alrededor de unos 10.000 espectadores en el estadio Carlos Tartiere, de Oviedo. Primer partido de Liga de la temporada 1999-2000.
El Oviedo sale a navegar con las siglas de Luis Aragonés en sus velas: un equipo con la defensa en mitad de su campo, con sobredosis de presión en las bandas, y con algún puñal escondido para asestarlo al contraataque. No exento de sus ya proverbiales buenos fundamentos, al Celta le faltaron revoluciones en su motor. El partido, que tuvo un primer tiempo de mucha expectativa y poca miga, lo acabó decidiendo el último fichaje ovetense. El francés Danjou llegó a última hora del Auxerre para cubrir la vacante del traspasado César y su tarjeta de presentación fue el primer pasaporte para la victoria. El central francés cabeceó como si fuera el mismo César el balón del gol y, a renglón seguido, también fue decisivo en su propio área para salvar por dos veces el gol del empate, ante las barbas de McCarthy. El ariete céltico se pasó el partido husmeando en el área enemiga, pero todo el botín que encontró fueron tres vicegoles abortados por Danjou y por un inspiradísimo Esteban.
Cuando el Celta consiguió que sus pases hilvanados y su peloteo tuvieran continuidad y el necesario apéndice del remate, Esteban apareció bajo el marco ovetense para mantener su portería inmaculada. Cuando el Oviedo lo tenía todo a favor para sorprender al contraataque, ante un rival contrariado y lleno de prisas, el equipo ovetense terminó encomendándose a su portero, que firmó diez minutos colosales para ponerle el candado a su meta y la rúbrica al primer triunfo de su equipo en la Liga.
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