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La técnica contra la potencia

Fiona May y Niurka Montalvo intentan evitar que se cumpla el segundo sueño de Jones

Carlos Arribas

Marion Jones, alta, fría, distante (y rápida como el viento), ya es la atleta mejor pagada de la historia: 100 millones de pesetas sólo en premios desde la final del Grand Prix de la IAAF del año pasado. No parece ello suficiente para la ex jugadora de baloncesto con tendencia a lesionarse en los pies. La joven esposa del inmenso lanzador de peso C. J. Hunter (quien recibía horas antes su medalla de oro correspondiente) aspira además a ser la más laureada.Su sueño sevillano consta de cuatro partes, más que ninguna otra atleta hasta ahora. Comenzó ayer con los 100 metros, la prueba más espectacular, y llega a su segundo capítulo hoy, con el salto de longitud, una competición con mucho menos encanto y, sin embargo, mucho más peligrosa para la prodigiosa atleta estadounidense.

Jones es una fuerza de la naturaleza, veloz como ninguna, más potente que nadie. La longitud necesita de ambas cualidades, pero añade un componente que no tienen las pruebas de velocidad pura: la técnica. Y ésa es la laguna de Jones. Y ésa es la fuerza de la italiana Fiona May, y también la de la española Niurka Montalvo. Será una lucha tremenda la que oponga a las tres, las que prometen repartirse las medallas entre ellas.

Y una española. Y una española confiada en sus fuerzas y en sus posibilidades, nada menos. Un lujo. Y en longitud. Claro que Niurka Montalvo, de 31 años, nacida en La Habana (Cuba), sólo es española desde hace tres meses. Y una deportista criada en la dura escuela cubana es otra cosa.

Sin embargo, no todo son la raza y la escuela, también su paso por la crianza española tiene su mérito.

En manos de Rafael Blanquer, un histórico valenciano del salto español, Montalvo ha logrado en España evolucionar hasta un nivel espléndido, simbolizado en sus 7,03 metros conseguidos en Sierra Nevada hace un par de semanas. "He bajado el ángulo de vuelo", explica Montalvo. "Ahora soy más lineal y llego más lejos. También he trabajado mucho la velocidad de entrada en la tabla". "Es que antes", cuenta Blanquer, "subía muchísimo y caía en picado". Montalvo no es rápida, no lo es tanto como Jones, habituada a bajar tranquilamente de los 11 segundos en los 100 metros, pero tampoco es tan lenta como ella dice, que exagera y asegura que anda por los 11.70. "Qué va, qué va", explica Blanquer. "La verdad es que como la carrera en la longitud es de 35 metros, sólo se entrena con series de 60 metros, y hace tiempo que no se cronometra los 100, pero anda por los 11.40, seguro". Así que velocidad, menos ángulo de vuelo y fuerza, mucha fuerza. "Trabaja con menos de 200 kilos en pesas, pero trabaja muy deprisa", añade Blanquer. La receta para que el ex saltador se suelte el pelo y diga: "Su potencial actual está en 7,20 metros. Y como ahora está en su mejor forma, ¿por qué no va a lograrlos en la final?".

Si los consiguiera, sería medalla. Seguro. Y quizá de oro. "Y lo puede lograr", aventura Rafael Blanquer. "Porque además es una gran competidora. Lo demostró en la clasificación. Tras el nulo en el segundo salto se lo supo jugar todo en el último. Demostró un extraordinario temple. La marca de las campeonas".

Pero Jones (mejor marca: 7,31 metros) y May (7,11 metros) también saltan. Y la rusa Liudmila Galkina (7,05 metros), campeona del mundo en 1997. Y las tres tienen mejor marca que Niurka Montalvo. Por lo menos, no está la leyenda alemana Heike Dreschler, que se encuentra lesionada.

"Me he visto bien, en forma y preparada para afrontar el reto. Voy a por el oro, aunque quizá no lo consiga". Montalvo sabe lo que quiere, y debe, hacer para asustarlas. "Bien sencillo: un primer salto largo que me coloque arriba, y a esperar", dice.

Pero también tiene un problema. "Lo que pasa es que nunca me sale un buen salto en el primer intento, pero alguna vez tiene que ser la primera, ¿no? Un primer salto que me ubique seguro que echa para atrás a alguna rival, aunque también servirá de acicate para otras, pero éstas son las menos".

¿Será una de ellas Jones? "Marion Jones es una atleta muy particular", dice Niurka Montalvo. "Depende de su velocidad, que es mucha, pero es poco técnica. Así que todo depende del día que tenga. Puede que le beneficie la multiplicidad de objetivos, que llegue eufórica y volando por haber hecho muy bien los 100metros, y puede que le perjudique, no sé".

¿Y Fiona May, la campeona mundial del 95? "Fiona es muy técnica y potente. No entra muy deprisa a la tabla, pero salta muy duro". ¿Y? "Sí, la veo muy bien". ¿Y? "Y yo también me veo muy bien". ¿Entonces?

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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