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Una discográfica vasca edita a los provocadores Christian Death

La discográfica de Getxo Discos Suicidas se muestra especialmente orgullosa por poder presentar ante "el mercado latino" el nuevo elepé de Christian Death. El disco en cuestión se titula Pornographic messiah y ensancha la fama de polémicos que acompaña a sus responsables. El débil tañido de una campana y una voz semidiabólica sirven de introducción a un disco que, como una ópera rock, está estructurado en tres actos: Manifestaciones divinas, Disentimiento y decadencia y Filtro de la muerte. Bajo esos títulos genéricos se agrupan 16 canciones presentadas con un diseño truculento, herético y afectado de un humor que no elude el mal gusto; así se envuelven 71 minutos entregados a contundentes raciones de rock que lo mismo remiten a los nórdicos Clawfinger, exhiben cierto ramalazo arábigo o se desarrollan bajo estructuras electrónicas. Metálico, siniestro y electrónico, así se muestra en su última entrega el grupo que formó el cantante Rozz Williams (a cuya memoria está dedicado Pornographic messiah) hace 20 años en Los Ángeles. La falta de éxito empujó a sus componentes a emigrar a Europa en 1983, y en el Viejo Continente comenzaron a labrarse un buen nombre como parte de la escena del rock gótico. Desde 1986, la banda está capitaneada por el compositor australiano Valor Kand, con quien ha radicalizado aun más su provocadora propuesta y se ha convertido en objeto de culto para quienes degustan con fruición sus historias de religión, sexo y muerte.

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