Danny el Rojo quiere ser alcalde de París

"He decidido solicitar la nacionalidad francesa para alimentar todos los debates relativos a todas mis candidaturas posibles", dice, riéndose, Daniel Cohn-Bendit (DCB) cuando se le pregunta si su gesto para obtener la doble nacionalidad -alemana y francesa- tiene que ver con sus ganas de ser alcalde de París.El rumor lo alimentan dos factores: la extraordinaria impopularidad del actual regidor gaullista, Jean Tiberi, y los buenos resultados de Los Verdes (el partido ecologista) en el último escrutinio europeo, pues, si en toda Francia la lista encabezada por DCB ha obtenido el 9,71% de los sufragios, Los Verdes han superado en la capital el 17%. "Si los futbolistas obtienen la nacionalidad francesa, se debe a que esos artistas del balón aportan algo a Francia. Yo quiero ser un artista de la política", concluye Cohn-Bendit.

Este "liberal ecologista", como le califican algunos verdes, que le estiman poco radical y demasiado conciliador con el capitalismo, tiene una biografía complicada. Nació en Montauban, en el exilio, hijo de judíos alemanes, en 1945. En esta localidad francesa, en la que está enterrado el presidente republicano español Manuel Azaña, aprendió el francés en la escuela, aunque sus padres no le inscribieron en el registro y DCB pasó a tener pasaporte de apátrida. Al morir su padre regresó a Alemania, a reunirse con su madre, y allí creció hasta que en 1965, después del fallecimiento de Tricoti -"la llamábamos así porque siempre tenía las agujas de tricotar entre las manos"-, se instaló de nuevo en Francia. En 1968 realiza encuestas en Nanterre sobre "la miseria sexual de la vida estudiantil" y se hace fotografiar sacándole la lengua a un policía. Pocos días después estalla el Mayo del 68, y Danny el Rojo, como le bautiza la prensa, está al frente de todas las barricadas. El general De Gaulle, el 24 de mayo de 1968, firma la orden de expulsión del "anarquista alemán", según expresión del líder comunista galo de entonces. "Mi elección como diputado europeo en Francia es la revancha del bastardo", dice DCB.

En Los Verdes se felicitan del poder de arrastre de DCB, pero se inquietan ante su condición de "ir por libre". "Decidí correr la aventura francesa para sacar a Los Verdes de su izquierdismo conformista", explica el pelirrojo DCB mientras el secretario general de Los Verdes, Jean Luc Bennhamias, se apresura a declarar que "Daniel Cohn-Bendit no tiene ambición municipal alguna, ni respecto a París ni relativa a ninguna otra ciudad francesa", al tiempo que le propone un destino imposible "como presidente de la Comisión Europea, un puesto al que debe aspirar".

De pronto, DCB parece sentirse de nuevo a gusto en Francia, sobre todo porque irrita a tantos como seduce. "Soy narcisista, lo confieso; eso es lo que desorienta, pero soy como todo el mundo: me gusta agradar", dice, al tiempo que se desentiende de su condición de judío desde un punto de vista ortodoxo, pero, en cambio, reivindica la tradición: "La idea de judío muere en Israel. Ser judío es tener una identidad puente entre culturas, países, pueblos". Por eso quiere ser el primer alemán alcalde de París, de la misma manera en que ya ha sido el primer teniente de alcalde de Francfort nacido en Francia.