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Reportaje:

Destronada por embarazo

Leontxo García

Los constantes escándalos provocados por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), presidida por el magnate ruso Kirsán Iliumyínov, afectan ahora al Mundial femenino. La húngara Susan Polgar, campeona hasta ayer y que dio a luz el pasado mes de marzo, se niega a defender el título frente a la china Xie Jun hasta septiembre. La FIDE ha decidido desposeerla del título, reemplazándola por la rusa Alisa Galliámova. Polgar recuerda en una carta abierta que el duelo estaba programado para 1998: "Por eso retrasé mis planes familiares y decidí no quedarme embarazada hasta después del Mundial". Pero la profunda crisis política y económica de Rusia afectó a la gestión de la FIDE -Iliumyínov también preside la república autónoma de Kalmikia, cerca de Chechenia- y el Campeonato del Mundo femenino se fue demorando. "De modo que no fue mi embarazo lo que retrasó el encuentro, sino justo al revés", matiza Polgar, residente en Nueva York.

En la raíz del conflicto hay otros elementos, como indica la húngara: "Hubo una oferta ridícula para que jugásemos en China con una bolsa de 100.000 dólares (16 millones de pesetas). En primer lugar, tres ginecólogos me aconsejaron que esperase seis meses tras dar a luz a mi hijo Tom. Además, esa oferta viola dos reglas de la FIDE; la que indica que ni la campeona ni la aspirante pueden ser obligadas a jugar en el país de la otra, y la que estipula una bolsa mínima de 200.000 dólares. Por si todo ello fuera poco, el Gobierno de EEUU desaconseja a sus ciudadanos que viajen a China" .

El belga Willy Iclicki, directivo de la FIDE, admite que todo ello es cierto, pero añade: "La única oferta que recibimos fue la de China, así que no teníamos otra opción". Sin embargo, Polgar ve tintes de machismo en la actitud de la FIDE: "Iliumyínov ha encontrado tres millones de dólares (480millones de pesetas) en premios para el Mundial absoluto, que debe comenzar en Las Vegas el próximo día 30. Pero nada para nosotras, lo que demuestra una absoluta falta de respeto por el ajedrez femenino".

Y eso que las biografías de las mejores ajedrecistas del mundo resultan muy atractivas para su explotación comercial. Susan, de 30 años, es la mayor de tres hermanas cuyas andanzas bien podrían inspirar una película. Sus padres, ambos pedagogos, realizaron con ellas un experimento asombroso: las educaron en casa, con el ajedrez como una de las asignaturas básicas, y sólo las enviaron al colegio para los exámenes. Querían demostrar dos cosas: que los genios se hacen, no nacen, y que las mujeres pueden jugar al ajedrez tan bien como los hombres. Antes de la irrupción de las Polgar, las mejores ajedrecistas figuraban a duras penas entre los 500 primeros de la lista mundial. Ahora, Susan lleva tiempo entre los 100 mejores; Judit, de 22 años, ha llegado a estar entre los 10 primeros y es la única en la historia que se codea con las grandes estrellas; Sofía, de 24, nunca ha querido ser profesional, pero ha causado muchos disgustos a sus colegas masculinos, como cuando ganó el torneo de Roma de 1989. Las tres, que tienen un carácter extrovertido, hablan entre cuatro y siete idiomas y han visitado medio mundo, y fueron la base del equipo húngaro que arrebató la medalla de oro a las hegemónicas soviéticas en la Olimpiada de ajedrez de 1988. La mayoría del equipo de la URSS estaba formado por jugadoras de Georgia, donde la dote nupcial incluía tradicionalmente un tablero de ajedrez.

Susan Polgar destronó en el Mundial de Jaén, en 1996, a Xie Jun, convertida en heroína nacional desde que batió a la georgiana Maia Chiburdanidze en 1991. Jun, de 28 años, aprendió a jugar de forma clandestina durante la trágica Revolución Cultural (1966-1976), cuando el ajedrez (y muchas otras actividades culturales) fue proscrito por el Gobierno de la banda de los cuatro. Ahora, Jun lucha en Shenyang (China) con Galliámova para volver a ser campeona del mundo.

¿Y qué hace la reina destronada? Intenta algo parecido a lo conseguido recientemente por Gari Kaspárov, en guerra abierta con la FIDE, que jugará un duelo con el indio Viswanathan Anand con 480 millones de pesetas en premios, aportados por una multinacional de informática. "Será el verdadero Campeonato del Mundo. Si encuentro un patrocinador, jugaré contra mi hermana Judit", anuncia Susan. Así, todo quedará en casa.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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