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Escocia estrena Parlamento autónomo

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Escocia inauguró ayer su Parlamento autónomo con un acto presidido por la reina Isabel II de Inglaterra en el que la cortesía obligada ante tan ilustre invitada no impidió a los diputados escoceses exponer sus signos de identidad y sus diferencias con la corona. La reina no escuchó, por ejemplo, el God save the Queen, el himno nacional del Reino Unido, sino una célebre canción popular escocesa que exalta la igualdad de los individuos contra los derechos dinásticos. Recogiendo la esencia de esa canción, el primer ministro escocés, Donald Dewar, recordó a la reina que "la dignidad y la honestidad son principios que no tienen que ver con rangos o privilegios de cuna". Para algunos de los participantes en la ceremonia llegados desde Londres, ese himno y esas palabras constituyeron "una bofetada en el rostro de Su Majestad".

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