Carlos Griguol entrenará al Betis las dos próximas temporadas

El presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, concluyó ayer la tortuosa búsqueda del sustituto de Javier Clemente. El veterano técnico argentino Carlos Timoteo Griguol ha sido el elegido. Griguol, de 64 años, entrenará al Betis las dos próximas temporadas a razón de 375 millones por año. Lopera explicó que en su elección fue determinante "su gusto por el trabajo duro".

Griguol, apodado el Maestro, nació en Córdoba (Argentina) en 1934. Inició su carrera de futbolista en el Rosario Central, de donde pasó al Atlante de México. En 1971 comenzó a entrenar y desde entonces ha dirigido a cuatro equipos con los que ha disputado más de 1.000 partidos: Rosario Central, River Plate, Ferrocarril Oeste y Gimnasia y Esgrima La Plata. En su palmarés cuenta con dos títulos de campeón con el Ferrocarril Oeste; tres subcampeonatos con el Gimnasia y la segunda participación de este modesto club en la Comebol (similar a la Copa de la UEFA en Europa). A sus 64 años, Griguol llega al Betis recomendado por su discípulo, el técnico argentino Américo Gallego, primera opción de Lopera y al que la Federación y el Comité de Entrenadores denegaron la licencia para entrenar en España por incumplir el requisito relativo a la antigüedad mínima al frente de un equipo de la máxima categoría. Griguol fue pretendido por el propietario del Mallorca, Antonio Asensio, para que sustituyera a Héctor Cúper, otro de sus discípulos y con el que trabajó 10 años. "Nosotros estábamos detrás de un gran técnico y después de lo que nos pasó con Gallego, él mismo nos dijo que si queríamos un gran entrenador contratáramos a Griguol", dijo ayer Lopera.

El presidente del Betis indicó que había hecho "un gran esfuerzo" para convencer al veterano técnico, y recordó que el Mallorca le ofreció 300 millones por campaña y "aun así rechazó venir a Mallorca". Lopera admitió que la férrea disciplina y el trabajo duro que impone Griguol han sido determinantes para su contratación. "Quiere realizar la pretemporada en un sitio solitario de Holanda para que no se oigan los gritos de los jugadores, porque trabajar sí que trabaja", apuntó irónico Lopera, quien se acordó del recién finiquitado Clemente: "Este curso no va a ser como el anterior, donde los jugadores han estado demasiado cómodos".