El Madrid maquilla su Liga aciaga
La Liga terminó ayer con la victoria del Barcelona, conocida ya desde hace tres jornadas, y con el Madrid agarrado a la campanada final para maquillar una temporada aciaga. Las nuevas normas de la UEFA le salvan el año porque podrá entrar directamente, gracias a su segundo puesto, en la mal llamada Liga de Campeones. El nuevo reglamento europeo presenta también como grandes logros el tercer y cuarto puestos alcanzados por el Mallorca y el Valencia. Los insulares sí han redondeado una magnífica campaña (partían de un presupuesto menos ambicioso y además han jugado la final de la Recopa), pero los valencianistas se quedan en un lugar que no habrían firmado al empezar la temporada. El Celta y el Deportivo jugarán la devaluada Copa de la UEFA (donde ya no se refugiarán tantos grandes equipos europeos que no ganaron sus Ligas), además del Atlético de Madrid por el rebote de la Copa. Ésos son los datos principales de una Liga dominada por un equipo, el Barça, que parece destinado a marcar una época. Suma su segundo campeonato consecutivo y se basa en un bloque de jugadores holandeses aderezado con estrellas como Rivaldo y Guardiola. Se podrá estar o no de acuerdo con Van Gaal y con su desprecio hacia los sentimientos de la afición, pero ha organizado un equipo para el futuro.
Todo lo contrario que el Madrid, cuyo entrenador, John Toshack, coincide con Van Gaal en su desdén hacia las sutilezas del fútbol y de la gente. En esta temporada, el Madrid ha tenido tres entrenadores (Camacho, Hiddink y el galés), ha perdido 4-0 ante el Deportivo, 5-1 con el Celta, 6-0 con el Valencia en la Copa, ha sido el quinto equipo más goleado, se apeó de la Liga europea en cuartos de final, vivió continuas trifulcas internas y ha triturado a la plantilla que se proclamó campeona de Europa. Parece lejos de armar un esquema con una columna vertebral (Raúl, Guti, Morientes, Hierro, quizá Tena) que se pudiera identificar con el espíritu que despertó la Quinta del Buitre, y busca acá y acullá con criterios que recuerdan al frustrante segundo año de Toshack en su anterior etapa.
El Mallorca puede mostrar en cambio el éxito de una plantilla por encima de sus posibilidades. Es el otro triunfador del torneo. Y también el Celta, por qué no. Un equipo que busque el buen juego no ganará siempre (tampoco los demás), pero sí podrá elegir el tipo de derrota que quiere. El Celta sale derrotado en este final de Liga. Pero su gente disfrutará con el recuerdo.
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