El éxito del éxito

Nada tiene tanto éxito como el éxito... hasta que la gente se cansa. El sondeo sobre las elecciones municipales del próximo domingo refuerza las tendencias marcadas en los anteriores comicios. Donde ya había mayoría absoluta, aumenta; en las que se rozaba, se alcanza ahora y, en general, se confirman las combinaciones ganadoras donde el voto está más repartido. Y todo ello, con independencia del signo del o los partidos beneficiados por esa tendencia confirmatoria: el PP, en Valencia, Zaragoza o Málaga; el PSOE, en A Coruña o Gijón; Coalición Canaria, en Santa Cruz de Tenerife...Los casos de Madrid y de Barcelona representan perfectamente esta tendencia, que, en general, implica una consolidación del poder municipal del PP. En Madrid, los pronósticos auguran a la candidatura de Álvarez del Manzano una pérdida de un concejal; la de Fernando Morán obtendría dos concejales más que en 1995 y conseguiría 18; mientras, Inés Sabanés, la candidata de IU, perdería dos concejales respecto a 1995. La pérdida mínima de Álvarez del Manzano y la subida del PSOE hay que encuadrarla en una disminución del número de concejales del Consejo Municipal, que pasará de 55 a 53. En Barcelona, el socialista Joan Clos, alcalde actual, gana dos concejales; pero la tendencia del PP también es al alza. El pronóstico peor es para CiU (perderá dos concejales) y Esquerra Republicana, a quien el sondeo concede entre ninguno y dos concejales.

En el cómputo general, el moderado ascenso del PSOE, que en los anteriores comicios había retrocedido ocho puntos y perdido más de 4.000 concejales, no garantiza cambios de mayoría en las capitales de provincia, que siguen mayoritariamente dominadas por el PP. Entre otras cosas, porque la disposición de Anguita a aceptar pactos poselectorales con los socialistas no se ve acompañada por un crecimiento de sus votos, sino más bien lo contrario. Esa tendencia confirmatoria la vivió el PSOE entre 1979 y 1991, pasando de 12.000 concejales a 25.000, que son, más o menos, los que obtuvo el PP en 1995. Sólo tras un desgaste considerable del Gobierno de la nación, cuando estaba a punto de perder el poder, se inició el retroceso municipal socialista. Ahora el PP se encuentra en lo alto del ciclo, a cuatro años del vuelco en las administraciones locales -fue mayoritario en 44 de las 52 capitales- y a dos de su llegada a La Moncloa. A pesar de lo que se insiste en que son factores locales, incluso personales de los candidatos, los determinantes a la hora de elegir alcalde y concejales, la experiencia indica que existe una correlación entre lo que se lleva en el ámbito nacional y lo que tiene éxito en el consistorial. Pero hay excepciones, y eso es lo que da emoción al voto.