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FÚTBOL Final de la Copa de Europa

Ferguson: "El fútbol es un cuento de hadas"

El técnico inglés cree que su equipo siempre quiso ganar y Hitzfeld habla de golpe bajo

Àngels Piñol

Una atronadora ovación. Alex Ferguson, técnico del Manchester, apareció en la carpa del Camp Nou envuelto en una nube. Fuera, muy cerca, Khan, el portero del Bayern, apoyado en el autocar de su equipo, bebía una naranjada con un gesto incrédulo, roto, desencajado. "Ni siquiera sé cómo celebrarlo", dijo el veterano técnico inglés. "Necesito tiempo para digerir lo que ha ocurrido y para descansar. En el minuto 90 yo estaba atontado porque veía que perdíamos... No sé ni lo que sentí con los dos goles. Fue todo tan deprisa... Pero este deporte es así. Es como un cuento de hadas. Creo que alguien, allá arriba", dijo alzando la vista, "nos ha dado un empujón".El Manchester, que ya había ganado el doblete, cerró anoche sin duda la página más brillante de su historia. Nunca ningún equipo inglés se había alzado con la triple corona. Quizás fueron las ganas, la obstinación en la búsqueda de la victoria. "Creo que esa fue la clave. El Bayern marcó y se cerró. Y a veces eso se paga. Les he visto jugar muchas veces y se necesita mucha fuerza mental para jugar ante ellos con un gol en contra. Pero nunca nos rendimos. Hubo química, magia". Ferguson dijo que intuyó que debía alinear en los últimos minutos a Sheringham y Solsjkaer, que fueron quienes al final marcaron en el descuento. "A veces hay que arriesgar. Cuando apuestas, lo haces para ganar. Y yo creí en eso. Los dos son jugadores que meten goles. No marcan por casualidad".

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Tumbados boca abajo, la cara tapada, llorando. Como una escena petrificada. No hacía muchos minutos que Basler, el autor del gol, había celebrado el título con su afición. El Camp Nou pasará a la historia del Manchester como un escenario mágico y se convertirá en la maldición del Bayern, en su escenario más cruel. Matthäus, el capitán, que ya había sido sustituído cuando los ingleses remontaron, no vio la derrota. Le seguirá faltando en su vitrina -lo ha ganado todo- la Copa de Europa. "Espero que no sea un trauma. Perder un partido de este calibre de esta forma, es un golpe bajo", dijo Ottmar Hitzfeld, el técnico del Bayern. Serio, sereno, el entrenador felicitó al Manchester y afirmó: "Ha sido un campeón merecido. Nunca se rindió. Sufrimos un shock con el empate. Nosotros hemos marcado a veces dos goles en los últimos minutos pero desde luego nunca en un partido de importancia. Sólo espero que esta derrota no se convierta en un trauma y que la superemos en la final de Copa. Llevo muchos años en este deporte, he visto muchas cosas, pero perder un partido de este calibre de esta forma, ha sido un golpe bajo". Sobre Matthäus aseguró Hitzfeld que su intención hubiera sido mantenerlo sobre el campo, "pero no fue posible".

Peter Schmeichel, que ayer en principio se despedía como portero del Manchester, contó lo que fue una de las noches más inolvidables de su vida, según él mismo la definió: "Merecíamos la victoria porque no nos rendimos en ningún momento. Continuamos atacando en todo momento. Salimos siempre a no matar el fútbol porque en ningún momento jugamos a defendernos. Ha sido una final fantástica aunque para mí nada ha cambiado. Dije en noviembre que abandonaba el campeonato inglés y no voy a echarme atrás. Quisiera tener un pensamiento para el Bayern que ha sido un adversario leal en todo momento".

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