"Madrid tiene una relación de amor-odio con los madrileños"
Ignacio Azofra está abonado al tendido 7 de Las Ventas, adiestrado en el arte taurino por los Bienvenida; sin coche ni carné de conducir, pero con un macuto al hombro, acudió a los toros esa misma tarde. Hace unos días canalizaba el juego de su equipo en la semifinal de la Liga de baloncesto contra el Barcelona. A sus 29 años se siente "el viejo". Internacional español, es el más veterano de los chavales educados en el Ramiro de Maeztu, el colegio que alberga al Estudiantes, el club de baloncesto que hace un año cumplió 50 y cuyo primitivo espíritu de recreo sigue flotando en Serrano, 250, el pabellón Magariños, nombre de su fundador. Si el Madrid es el poder establecido, el Estudiantes es la rebeldía juvenil. Desde 1956 permanece en la élite. Y su mérito, más que competitivo, se desprende de las palabras de su corazón, Nacho Azofra.Pregunta. ¿Qué queda del viejo espíritu del Ramiro?
Respuesta. Esos valores derivan del hecho de que es un club de baloncesto imbricado en un colegio. Los profesores que lo fundaron eran gente con mucha ética. Interesa que el chaval juegue y disfrute bajo ciertas normas de comportamiento ideales: respeto, educación, trato al compañero como si fuera un hermano, etcétera. Un poco eso, formar una familia. Así se fundó Estudiantes, y así duró muchos años hasta que se hizo semiprofesional. Y luego pasó que no había dinero. Entramos en Primera División y se siguió bastante tiempo así hasta que decidieron fichar al primer americano. Les resultó muy difícil esa decisión: ¡pagar a un americano!
P. Hablemos de Madrid: ¿se iría a vivir a otra ciudad?
R. El hombre es un animal de tal naturaleza que al que lo tiene claro no lo entiendo. Yo muchas veces pienso por la mañana: "Me quedaría a vivir en Madrid". Y por la tarde estoy pensando: "Me tengo que ir de esta puta ciudad". Es que me tira el mar, el Cantábrico. Tengo muchas raíces cántabras. Mis padres son cántabros y estoy apegado a aquella tierra.
P. ¿Qué rescata de Madrid?
R. De Madrid rescato todo. Madrid tiene una relación de amor-odio con todos los madrileños. Tiene un ambiente especial, diferente, con algo que te envuelve. Nadie es de Madrid. Todo el mundo es de su casa. Es una ciudad muy cosmopolita, te acoge sin ningún problema. El otro día, José Hierro dijo que no hay nada de Madrid. Y ése es el secreto. Pero, sin embargo, uno de Madrid sale de la capital y no se encuentra, ¿por qué? Porque Madrid es una mezcla de detalles importados. El chotis es escocés y el mantón es de Manila.
P. ¿No es paradójico que una afición de Serrano, como la Demencia, transmita un mensaje subversivo?
R. Siempre ha ido unido. El pijo hijo de pijo es reaccionario. De todas formas, no puedes ser pijo de chaval. Además, éstos no se acercan a una manifestación. A gritar a un partido va cualquiera.
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