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Se hace un pasillo para el Madrid

Los equipos de media tabla reivindicaron en esta jornada su papel principal en la fiesta de la Liga. El Valladolid, el Espanyol, el Racing, la Real Sociedad, incluso el Oviedo, se apuntaron a la emoción del último tramo del campeonato mediante el eficaz sistema de poner a los grandes contra las cuerdas. Los de Valladolid empataron en el Camp Nou el sábado (1-1) y retrasaron la euforia azulgrana; los de Montjuïc frenaron al Valencia en el estadio de Mestalla (1-2); los de Santander ganaron el viernes al segundo, el Mallorca (1-0); los de San Sebastián pusieron un clavo en las ruedas del Celta (1-1 en Vigo). Y el Oviedo dio un susto al Bernabéu cuando se adelantó 0-1, y también al aguantar muchos minutos el empate (1-1), para perder finalmente (2-1) .Así que todos los equipos de la zona alta han abierto esta jornada un pasillo por donde se ha colado el Madrid, tercero ahora a un punto del segundo. Al Barcelona le trae sin cuidado esto (al menos a efectos del título) porque probablemente se proclamará campeón el próximo domingo (si vence al Alavés en Mendizorroza), o al siguiente si no suma los tres puntos entonces. Las derrotas del Mallorca y del Valencia en esta jornada le han evitado sentir el conocido miedo a ganar, que suele asaltar a los tenistas cuando les faltan apenas dos juegos para sentenciar un partido.

El Madrid viajará a Tenerife en la próxima jornada, y allí podrá resarcirse deportivamente de algunos malos recuerdos. Los blanquiazules le arrebataron dos Ligas en el último partido; y ahora el Real Madrid puede empujarles hacia la Segunda División.

Ayer el equipo de John Toshack cumplió su objetivo ante el Oviedo (2-1). Los asturianos plantearon una defensa escalonada que no necesitó mostrarse con ninguna dureza para estrangular el juego madridista: Savio no recibió la primera falta hasta el minuto 52, si bien luego el árbitro se despistó de pitar un penalti claro que sufrió el brasileño.

El Deportivo le propinó un 0-3 al Betis en Sevilla, y Javier Clemente, el enternador bético, hubo de soportar que Luigi Simoni, ex entrenador del Inter, presenciara el partido desde la grada. Algo que no le resultará desconocido al ex seleccionador nacional, que tuteló los entrenamientos de Vicente Miera cuando estaba en plena carrera hacia la medalla de oro olímpica en Barcelona 92, y los partidos de Briones poco antes de que le dejara paso para entrenar al Atlético.

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