Guerra en el Auditori

Hace unos años, Ana Belén sorprendió al mundo con una canción de esas que fácilmente pueden clasificarse de inolvidables. En aquel momento, cuando la cantante presentaba Contamíname y decía que su autor era un joven canario recién instalado en Madrid, el nombre de Pedro Guerra prácticamente no significaba nada para nadie. Tal vez los más recalcitrantes seguidores de la canción de autor (¡qué nombre tan feo!) podían recordar el Taller canario en el que Guerra había dado sus primeros pasos, pero ninguno de sus discos había conseguido traspasar las fronteras de su isla natal. Mientras la Península se cimbreaba alegremente a los sones de Contamíname, Pedro Guerra pertenecía al grupo de nuevos cantautores que se movían por las catacumbas madrileñas a la búsqueda de un público que, por aquel entonces, no parecía muy dispuesto a decantarse nuevamente por la canción con contenido. La movida madrileña (si alguna vez existió realmente) estaba tocando a su fin y pequeños bares como Libertad se buscaban la vida en otros senderos ofreciendo su inexistente escenario a voces como la de Guerra. Y ni Guerra ni alguno de sus compañeros de armas desaprovecharon la ocasión: la mancha de aceite se fue extendiendo con rapidez y la industria discográfica, ávida de nuevos productos, se dio de bruces con la canción de toda la vida y la puso en el candelero. Ahora, Pedro Guerra vende varios cientos de miles de copias de cada nuevo disco y se permite el lujo de llegar a Barcelona y llenar dos días consecutivos el nuevo y flamante auditorio. Hoy y mañana (22.00 horas), Guerra presentará en este escenario su nuevo trabajo, titulado Raíz, un paso adelante en una carrera marcada hasta ahora por la seriedad y por un saber hacer canciones con pocos parangones en el panorama actual.- M. J.