JOSUNE BEREZIARTU ESCALADORA "Cuanto más alto llegas, más difícil es pasar el listón"

Lo suyo no es la competición. Josune Bereziartu (Lazkao, 1972) fue hace un año la primera mujer en todo el mundo capaz de encadenar una vía (tramo) de escalada de máxima dificultad (8c) en roca natural. Más de 12 meses después ninguna otra mujer lo ha logrado, algo que lleva a los especialistas a calificarla como la mejor escaladora del mundo. Por contra, las voces discordantes apuntan que en competición nunca ha brillado tan alto; de hecho, su mejor registro en el plano internacional le llevó sólo a ser octava en la Copa del Mundo celebrada hace dos temporadas. Con todo, eso es algo que no preocupa a esta agente comercial de seguros que dedica todos sus afanes a mantenerse viva en el desafío de la mejora permanente. Pregunta. ¿No hay modo de ratificar el liderazgo mundial en la competición? Respuesta. Ésa es la pregunta del millón. Las chicas que participan en la competición se especializan en ella y se olvidan de la escalada en roca natural. Para mí lo más importante es la roca y son mis logros en ese terreno los que me han llevado a ese supuesto primer lugar en el mundo de la escalada femenina, algo que, dicho sea de paso, me suena muy fuerte. Con todo, últimamente me tomo la competición como un juego, lo que no es más que una excusa para quitarme presión a mí misma. P. ¿Que le llevó a practicar la escalada? R. Yo siempre he hecho deporte, pero en grupo y dentro de recintos urbanos. Sin embargo, a mí me gustaba el monte y la naturaleza, lo que me llevó a probar la escalada para acabar enganchándome. Toda la dificultad que reúne es lo que la hace más atractiva. P. Hay quien asegura que es sólo un asunto para iniciados, casi una religión. R. Puede que tengan razón. La escalada es realmente curiosa, no tiene nada que ver con practicar un deporte siempre sobre la misma superficie. Aquí todo cambia mucho, las variables son casi infinitas, por lo que es complicado controlar todas las claves. La roca, el desplome, la verticalidad y demás son diferentes en cada caso y la terminología necesaria, también. Cuando crees que dominas es el momento previo al fallo y eso le confiere su mayor atractivo. P. ¿Qué es lo que persigue? R. Simplemente busco la superación. Cada día trabajo con el objetivo de mejorar. El problema es que cuanto más alto llegas, más difícil es pasar el listón. Estamos tan al límite que la dificultad es enorme incluso dentro del mismo grado alcanzado pues, en función del estilo necesario para superar la vía, se modifican las opciones de cada uno. Mi afán es encadenar diferentes tipos de vías intentando romper mis límites. P. ¿Cómo se valora la dificultad de las vías? R. La valoración de la vía se hace de consenso por todos aquellos que la ascienden. Ésa es otra de las características básicas en este deporte, democrático donde los haya. Cuando alguien realiza una vía nueva valora su dificultad que sólo se confirma al pasar por ella otros escaladores que den el visto bueno. Eso es posible porque se trata de un deporte eminentemente aficionado en el que los practicantes tenemos muy buena relación en general. P. Supongo que dado ese carácter amateur será difícil vivir de la escalada. R. Por suerte para mí, soy de las pocas que disponen de patrocinadores como Green, Tenaya o Petzl cuyas aportaciones son válidas, pero no dan para comer. Por ello es necesario trabajar; en mi caso como agente comercial de Mapfre. Pese a todo, este año estoy de enhorabuena al haber sido becada por el proyecto Kirolgi. P. ¿Es fácil practicar escalada en Euskadi? R. Euskadi es el no va más. Me siento una privilegiada por un montón de razones. El clima es beneficioso, hay un montón de escuelas -zonas de escalada- que, aunque no son grandes, son muy diferentes. Para colmo, somos muchos practicantes y nos llevamos muy bien. P. ¿Qué exigencias tiene la escalada en su vida diaria? R. Pese a no dar para vivir, el entrenamiento necesario para mantenerte al mejor nivel es muy importante. Cuando entrenas has de hacerlo a tope lo que, en mi caso, supone entrenar cerca de tres horas diarias de manera intensa.