JULIA GARCÍA ÁLVAREZ TRABAJADORA SOCIAL "Una ciudad sin participación es una ciudad muerta"

Julia García Álvarez se metió a trabajadora social por desorientación: había dejado la carrera de Medicina y no sabía qué hacer. Pero después, el trabajo diario con menores, mujeres y personas del medio rural le fue enganchando. Tanto, que ahora esta leonesa preside todos los colegios de trabajadores sociales de España. Ha pasado por Málaga para asistir a un encuentro sobre ciudades y participación P. ¿Por qué hay que participar? R. Porque es la base de la democracia y porque los gobernantes no pueden construir las ciudades a espaldas de los ciudadanos. No es posible conseguir la integración sin participación. La calidad de vida está vinculada a la participación e incluso es un cauce de salida de la marginación. Y la ciudad se enriquece porque es fuerte en tanto sus ciudadanos participan dando alternativas. Una ciudad sin participación es una ciudad muerta. P. La participación supone recoger propuestas que necesitan recursos... R. Las administraciones tienen que crear los canales necesarios para que la participación se dé y esos canales cuestan dinero y esfuerzo. Hay que reconocer que en los últimos diez años ha habido un vuelco total. Los ayuntamientos se han dado cuenta de que una cercanía a los ciudadanos, que un tejido asociativo fuerte hace que la ciudad sea fuerte y esa es una realidad sin vuelta atrás. La financiación y los recursos destinados a la participación han ido en ascenso, pero no han sido del todo suficientes porque, además, la participación aumenta las necesidades. P. ¿La participación es un fenómeno local? R. Es local porque el ayuntamiento es la administración más cercana, pero nadie puede decir que lo que ocurre en su ciudad es producto sólo de su municipio. Es un movimiento transnacional. Además, los ayuntamientos al buscar canales locales de participación miran a lo transnacional. P. Aunque la participación ha aumentado, se dice que siempre los que participan son los mismos. R. Sí, es difícil que la gente rompa su reticencia a participar, pero cuando lo hace no hay marcha atrás. Es como cuando aprendes a andar en bici... Lo que está claro es que este movimiento es una bola de nieve y que va por delante. De todos modos, no son tan pocos como parece ni tantos como quisiéramos. Se ha avanzado sin dudas, pero queda mucho por delante. Es necesario activar la participación consciente, es decir una implicación individual y crítica de los ciudadanos. P. ¿Los órganos de participación deben ser consultivos? R. Hay mecanismos electorales y quien tiene que tomar las decisiones es quien ha sido elegido para ello. Eso no quita que haya cuestiones que deban consensuarse porque el mejor gobernante es el que crea consenso.