El juez deniega a Gil permiso para ir a Parma con el Atlético de Madrid
Jesús Gil no podrá acompañar al Atlético de Madrid a Parma, donde el martes jugará el partido de vuelta de la semifinal de la Copa de la UEFA. El juez de Instrucción número 7 de Marbella afirma en su auto que "existe un riesgo de que pueda sustraerse a la acción de la justicia", que su presencia no es necesaria en el encuentro y que supone "un grave peligro para su propia salud". El alcalde de Marbella, que prepara el congreso de su partido político para mañana, comentó que "hay órdenes radicales del PP de que hay que aniquilar a Gil".
Es la segunda vez que el juez no permite a Gil viajar fuera de España por su situación procesal -se encuentra en libertad bajo fianza de 100 millones de pesetas por el presunto desvío de 450 millones del Ayuntamiento de Marbella al Atlético de Madrid-. Antes ya le impidió viajar a Roma, donde el Atlético jugó el partido de ida de los cuartos de final de la Copa de la UEFA. El juez Santiago Torres, titular del Juzgado número 7 de Marbella, utiliza cuatro argumentos en su auto. El primero es que "el que el inculpado salga de territorio sobre el que los tribunales nacionales ejercen su jurisdicción, constituye per se una sustracción a la acción de la justicia". "Se podrá discutir la mayor o menor entidad de ese riesgo, pero no se puede dudar de la existencia del mismo", añade el juez. El segundo argumento por el que se rechaza la salida al extranjero del presidente del Atlético de Madrid está basado en la gravedad de los hechos por los que se instruye esta causa. Santiago Torres insiste en su auto "en la gravedad de los indicios racionales existentes en la causa de haber perpetrado delitos de falsedad en documento público y mercantil".
En tercer lugar, el juez no considera necesaria la presencia del presidente del club en el partido que el Atlético de Madrid tiene que jugar en Parma: "El que el recurrente asista o no a un partido de fútbol ni es necesario ni perentorio para que dicho encuentro se celebre, ni tampoco para el resultado del mismo, salvo que el inculpado posea taumatúrgicas no demostradas que determinen una influencia de su presencia física en el resultado de la acción laboral de los asalariados de su empresa". Este argumento provocó ayer tarde una nota pública del Atlético de Madrid en la que se explica el significado de taumaturgia: "facultad de realizar prodigios".
El último argumento utilizado por el juez de instrucción es la salud de Gil: "A la vista del informe médico forense vertido en autos tras la exploración de fecha 7 de abril y, sobre todo, del informe médico aportado por el propio inculpado a tal reconocimiento, del que se deduce la necesidad absoluta de que el solicitante no se vea sometido a situaciones de tensión emocional".
"Una persecución del PP"
Jesús Gil comentó que se esperaba esta resolución del juez: "Esto no es una instrucción, es una persecusión, hay que conocer cómo se gestó, hay órdenes del PP radicales de aniquilar a Gil". El alcalde de Marbella se refirió también al archivo de la denuncia que presentó ante la Fiscalía General del Estado contra la actuación del fiscal anticorrupción Carlos Castresana: "Esto es un asesinato político y quien lo ordena es [Jesús] Cardenal por orden del Gobierno, y cuando el aparato del Estado se pone en marcha, mata". "Lo que me están haciendo no lo pagarán en la vida, pero trabajaré hasta el último aliento para que paguen por ello".
Ayer mismo, Gil anunció que acababa de enviar las alegaciones al informe provisional que ha preparado la Cámara de Cuentas de Andalucía sobre las cuentas municipales de Marbella. Se trata de 160 puntos en los que la Cámara le pide aclaraciones y documentos. Gil consideró que la fiscalización que ha llevado a cabo esta institución es "una operación de linchamiento", y añadió que "no se ha encontrado nada penal, el Ayuntamiento está bien dirigido y bien administrado".
Estas declaraciones se producían en vísperas del congreso del Grupo Independiente Liberal (GIL), que se celebra mañana. El alcalde de Marbella considera que el cónclave de su partido ha provocado algunas de las situaciones de los últimos días: "Se han dado cuenta de que esto no es Gil y cuatro amiguetes, en el congreso habrá de 4.000 a 5.000 personas y eso significa que está garantizada la continuidad del GIL".
El alcalde negó que sean ciertas las acusaciones del PSOE de que trabajadores del ayuntamiento y de las empresas municipales hayan denunciado que son objeto de intimidaciones telefónicas para que acudan al congreso del GIL: "Es falso, yo no tengo ninguna relación con los empleados del Ayuntamiento. No voy mucho por allí, sólo eso me faltaba, aquello está dominado por los sindicatos".
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