Antic: "No vengo a hacer mi guerra, sino un Atlético grande"
El Atlético presentó ayer a Radomir Antic, su nuevo entrenador. Pero el acto no estuvo respaldado ni por Jesús Gil, el dueño del club, ni por su hijo Miguel Ángel, el director general. Lázaro Albarracín, un vicepresidente, fue la representación que el Atlético destinó a la oficialización del retorno de Antic. El preparador serbio se confesó "ilusionado" con lo que considera un reto apasionante, se negó a protegerse en su brillante pasado y se mostró ambicioso: "Estando en el Atlético, no tengo derecho a hablar de objetivos pequeños". Pese a la nómina de enemigos que conserva en el club, Antic estuvo conciliador, nada revanchista: "No vengo a hacer mi guerra, sino un Atlético grande".
Antic se tiene una fe extraordinaria. Pocos técnicos creen en sí mismos con el fanatismo con el que lo hace el preparador serbio. Por eso le fascinan las apuestas como la que ahora acepta en el Atlético, esa especie de más difícil todavía en el que se ha metido sin que le obligue su currículo, su prestigio. "Llego ilusionado", afirmó ayer ante unos 50 periodistas en el Vicente Calderón; "necesito demostrarme a mí mismo que soy competitivo, que puedo con este tipo de retos".Y sus aspiraciones no son nada conformistas. Al contrario: "No me quiero proteger de la confortable manta que es mi pasado. Sé que tengo que cumplir unos objetivos. Y en el Atlético no tengo derecho a hablar de objetivos pequeños. Está la Copa de la UEFA, la Copa del Rey y 11 partidos de Liga por delante que ganar. No quiero vivir del pasado, y tampoco miro con miedo el futuro. Estoy capacitado para ir hacia adelante".
Antes y después, la pregunta se le formuló vestida de todas las maneras. ¿Pero usted tiene más que ganar o que perder? ¿No corre un riesgo innecesario? Antic respondió siempre en la misma dirección: "Me gustan los retos. Nadie es más exigente conmigo que yo mismo. Si no tuviera confianza en mis conocimientos, en mi forma de ser, no aceptaría. Y además, el Atlético y su masa social me ofrecen recursos suficientes para obtener resultados".
No quiso Antic interpretar su regreso como un triunfo personal, como la prueba clara de que el Atlético se equivocó cuando le echó: "No hay ni vencedores, ni vencidos". Y esquivó referirse a los enemigos que aún conserva en el club: "Si algo me ha caracterizado es la defensa de mis criterios. Nunca voy a hacer una cosa porque sí. Si un entrenador no sabe convencer a sus colaboradores y a sus jugadores tiene menos oportunidades de triunfar. Pero sé qué función me corresponde, en qué consiste mi profesión. Yo no he venido a hacer mi guerra, sino un Atlético grande". El técnico que llevó al Atlético al primer y único doblete de su historia admite que está ante "una situación complicada". Y por ahí lanzó el primer mensaje a su nueva plantilla, con la que se verá hoy por vez primera: "Sé cómo afectan estas crisis en los profesionales. Pero los deportistas que no saben levantarse cuando se caen, tienen muy pocas posibilidades de hacer carrera".
Antic es una apuesta personal de Jesús Gil, el jefe absoluto del Atlético, pero también el entrenador predilecto de la hinchada, que reaccionó a cada reciente mal partido del equipo con el ya célebre cántico de "Radomir, te quiero". Antic no desconoce la devoción que le profesa la grada. Al contrario, se siente más obligado: "Parto con ventaja. La gente me ha manifestado siempre su cariño, su agradecimiento. Éste es un buen momento para devolver parte de este cariño". Antic declaró que lo primero que hizo nada más aceptar el cargo fue poner mentalmente sobre la mesa a su plantilla y tratar de analizar las cualidades individuales de cada uno de sus componentes. Todavía le quedan horas de estudio para concluir su disección. Y a partir de esta reflexión, Antic diseñará el sistema bajo el que jugará su Atlético. No garantizó que vuelva a ser el 4-4-2, con centro del campo en rombo, de sus tres últimos años -"nunca me he sentido prisionero de un sistema y una táctica fija"-.Ni siquiera que el espíritu sea netamente ofensivo como entonces. -"yo tengo unos gustos, un deseo, pero mandan los recursos de los que uno dispone"-. Tampoco si reclamará la llegada de un nueve: "Primero analizaré de lo que dispongo y luego decidiré dónde se puede mejorar".
Vuelve Antic, según dice, con ampliados conocimientos de fisiología, "un campo básico en un fútbol sobrecargado de compromisos", y un objetivo inmediato básico: "Recuperar individualmente a cada jugador; por ahí pasa la recuperación del grupo". A su antecesor en el cargo, Carlos Aguiar, el club le garantiza el sueldo hasta final de temporada y le ha ofrecido de nuevo el banquillo del filial para el curso que viene. Después de Semana Santa se firmará el contrato.
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