La publicidad y la 'ikurriña'

Los prolegómenos del partido estuvieron marcados por la gastroenteritis de Abelardo, que obligó a Van Gaal a retrasar la alineación hasta los últimos segundos. El central asturiano se ejercitó minutos antes a fin de comprobar su capacidad física para afrontar el partido. El resultado fue negativo, y Van Gaal debió apostar por el argentino Pellegrino, que jugó un encuentro tan cómodo como eficaz, relegando a De Boer al costado izquierdo, por donde solía caer Kovacevic.El primer gol de Cocu enfrió tanto al público que el sector violento del estadio se dedicó a batallas particulares. La Ertzaintza accedió al graderío para quitar una enorme ikurriña que invadía casi totalmente el marcador electrónico, anulando la publicidad y la información que en él aparecen. El asunto entretuvo a ese sector, que se dedicó a incomodar con sus gritos a los agentes de la policía autonómica por afanarse en la retirada de la bandera. Durante muchos minutos el asunto logró la atención del público, que ya había dado la espalda a su equipo por su manifiesta impotencia futbolistica. Incluso no cayeron en la cuenta los espectadores de que dos jugadas tontas supondrán para De Pedro y Kovacevic perderse el choque vasco ante el Athletic dentro de dos semanas en San Mamés. Nada le salió bien ayer a la Real.