Tercer triunfo en cuatro años de la falla de El Pilar con el humor fino de Monterrubio

Los spray tiñeron las cabelleras de colores chillones, el cava empapó los blusones y los falleros, que saltaban abrazados, se desgañitaron coreando el We are the champions de Queen al ritmo que marcaba la megafonía. Ante esta explosión de júbilo cualquiera diría que la Falla El Pilar festejaba anoche su primera victoria. Todo lo contrario: han entonado tres alirones en los últimos cuatro años y, con sus 14 triunfos, se convierten en la falla más laureada de todos los tiempos. El nombre de Julio Monterrubio, el autor de este baile de máscaras ambientado en los años veinte y tratado con un humor muy fino, estaba en boca de todos los falleros. No tienen palabras para agradecerle su labor: con las seis fallas que ha plantado en esta plaza ha sumado cuatro primeros premios y dos segundos. "Levantarle una estatua es lo menos que podemos hacer", comentaban algunos festeros. A Na Jordana, que había apostado fuerte con su homenaje al Carnaval, el segundo premio le dejó un sabor amargo y una sensación de derrota. "Sólo festejamos el primer premio, hay que fastidiarse y punto", decía anoche enfadado el vicepresidente, Pere Borrego. En cambio, Sueca-Literato Azorín festejó por todo lo alto su tercer premio. No en vano es su mejor clasificación desde 1966. Además, este año han logrado el triunfo en la categoría infantil y un buen número de galardones secundarios. "Estamos saltando y disfrutando", decía anoche su eufórico presidente, Bernardo Morosoli. La falla de la Sección Especial más damnificada por la lluvia, el monumento taurino de Convento Jerusalén, quedó relegada a la última posición.