"Hay un déficit de financiación crónico en Sanidad y Educación"
José Luis Olivas (Motilla del Palancar, 1952), cierra el primer mandato del PP al frente del Gobierno de la Generalitat con superávit presupuestario. Más político que técnico, el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas soporta estoico las críticas de la oposición a su gestión. Crecimiento de la deuda pública, abuso de las modificaciones presupuestarias, política intervencionista en las cajas de ahorros... "Las modificaciones son pequeñas. Se dramatiza y se exagera", responde. Pregunta: ¿Qué ha aportado la gestión del PP a la economía valenciana? Respuesta: Confianza. El Acuerdo Valenciano por el Empleo y la Formación [AVEF] se impulsó seis meses después de que llegáramos a la Generalitat porque era básico un marco consensuado con todos los agentes sociales y económicos. El AVEF fue uno de los primeros que se firmaron en España y en la Unión Europea. El cambio ha sido importantísimo en cuatro años. Las empresas están mejor que estaban y los trabajadores también. Hay más empleos y los trabajadores ganan más por hora trabajada. P. Y los agujeros presupuestarios que denunció a su llegada a esta consejería, ¿han desaparecido? R. Los problemas que generaban determinadas líneas presupuestarias han desaparecido. La situación es mucho mejor que entonces. P. Los recursos para todas las transferencias, ¿son suficientes? R. Ahí está la clave de todo. Las transferencias de Sanidad y Educación se negociaron mal. Hay un déficit de financiación crónico. El propio Jordi Pujol ha dicho que las comunidades peor financiadas son Cataluña y la Comunidad Valenciana, y eso es cierto. El déficit de financiación se está corrigiendo gracias al nuevo modelo de financiación, que ha establecido el límite a la falta de fondos en el 90% de la media de la financiación per cápita de las comunidades autónomas. Abogamos por una reforma más profunda del sistema de financiación. P. Los casos, ¿son idénticos en Sanidad y Educación? R. No. En Sanidad las aportaciones del Estado están referenciadas en un 98% al padrón de 1996, mientras que en el resto de servicios no está actualizada y se parte de la financiación de 1995, que es suficiente. Se parte en situación de desventaja, que se va corrigiendo a lo largo de estos cinco años porque la estamos referenciando, por ejemplo, a la recaudación del IRPF. P. ¿Qué partidas sufren por este déficit presupuestario crónico? ¿Cómo se corrige? R. Al final lo sufren los ciudadanos porque los servicios públicos se financian con más dificultad. Lo que buscamos es mayor autonomía financiera y mayor corresponsabilidad fiscal. Nuestra comunidad tiene una gran capacidad de gasto, nuestro presupuesto ordinario supera el billón cien mil millones de pesetas, pero su autonomía en cuanto a recaudación de impuestos es muy pequeña. Buscamos que nuestros ingresos estén vinculados a nuestro crecimiento económico. No queremos que nuestro presupuesto de financiación se vincule exclusivamente a un solo impuesto, aunque sea tan importante como el IRPF. Creemos que deben sumarse otros impuestos indirectos que se pueden territorializar fácilmente para que el sistema se base en una cesta de impuestos directos e indirectos. Un poco la posición de los catalanes. P. El gasto farmacéutico está desbocado y dejó de contabilizarse unos meses durante 1998... R. El gasto farmacéutico crece mucho, pero hasta la fecha los ciudadanos ni han notado, ni tienen por qué notar los problemas contables que tenga que afrontar la Generalitat, lo mismo que otras comunidades. P. ¿Por qué crece tanto? R. Por el envejecimiento de la población; por el aumento de la calidad sanitaria; por el aumento del precio de los medicamentos, aunque está por debajo de la media comunitaria; por cierto, fraude en el uso de las recetas... P. ¿Es necesario un gran pacto entre las fuerzas políticas para evitar que el gasto sanitario sea objeto de debate? R. Valdría la pena una reflexión general sobre la forma de financiar la Sanidad. Los ciudadanos no tienen por qué soportarlo, sino que hay que pensar en formas de gestión de ese gasto con las que se conseguirían ahorros importantísimos sin merma de la calidad de la asistencia. P. ¿Cómo el Hospital de Alzira? R. Por ejemplo. Allí el precio de la cama es más barato que en el resto de hospitales. P. ¿Se acelerará la ejecución del presupuesto este año debido a las elecciones de junio? R. Gran parte del gasto presupuestario tiene una periodificación para los doce meses que no se puede alterar. Y creo que no tiene ningún sentido acelerar las inversiones. No estoy notando ninguna presión especial. Los proyectos que se tienen que ejecutar ya están en marcha. Desde el punto de vista electoral tienen más interés los presupuestos del año anterior. P. Al igual que el empleo también ha crecido el endeudamiento de la Generalitat. ¿Por qué ha trasladado 100.000 millones de deuda de corto a largo plazo? R. Antes, el Banco de España contabilizaba por separado la deuda a corto y a largo para establecer los escenarios de consolidación presupuestaria. Pero en los nuevos escenarios tiene la misma consideración la deuda a corto y la deuda a largo plazo, lo que nos permite que internamente podamos jugar. P. Usted defendía lo contrario hace unos meses. Incluso cuestionó los datos del banco central. R. No, lo que se produjo fue un error de cálculo que se corrigió el trimestre siguiente. Se intentó crear una polémica artificial. P. ¿No genera vicios de gestión el traslado de la deuda? R. No, con los tipos de interés actuales no hay problema. Lo hacen todas las Administraciones y no es la primera vez que se utiliza en la Comunidad. En 1994 se hicieron dos o tres operaciones similares. P. Pero si además se acumula a otras prácticas como la financiación de las universidades... R. La carga financiera de la Generalitat está ahora en el 3,8% del presupuesto de ingresos, una cantidad que para sí la quisieran otras administraciones. No es preocupante en absoluto. En el caso de la financiación de las universidades hemos podido llevar adelante una operación de inversión de casi 70.000 millones de pesetas para modernizar sus instalaciones. La inversión estaba prevista por el anterior gobierno sin ninguna cobertura presupuestaria y se estaba financiando con deuda a corto plazo. Hemos trazado un escenario a 25 años que representa una carga presupuestaria entre 3.500 y 4.000 millones al año, lo que supone un gran problema. De hecho estamos abordando un segundo plan de inversiones y ya se han aprobado inversiones provisionales para Valencia y Castellón.P. Los aplazamientos, el método alemán, ¿no pueden generar algún agujero futuro? R. No hay ningún agujero. Son inversiones cuyo periodo de vida es de 30 años y lo lógico es que se vayan soportando a lo largo de esos años. Cuando alguien se compra un piso no lo hace al contado, sobre todo cuando los tipos de interés son bajos. El método alemán apenas se está utilizando en dos proyectos. Hay que buscar un equilibrio entre la capacidad y las posibilidades de financiación, y eso es lo que se está haciendo. P. ¿No pueden condicionar el margen de futuros consejeros de Economía? R. El próximo consejero tendrá el mismo margen de maniobra que tengo yo, salvo que la coyuntura haya cambiado a nivel nacional. Lo más importante es cambiar a mejor el sistema de financiación. P. La oposición le acusa de modificar a su antojo el Presupuesto aprobado por las Cortes Valencianas. R. Son motivaciones para justificar su posición. Las modificaciones presupuestarias son muy pequeñas. Si se dramatiza y se exagera, al final, parece que se va hundir el mundo, pero todas las modificaciones se informan y la suma global siempre ha sido mayor de la presupuestada originalmente. P. El Gobierno ha revisado a la baja la previsión de crecimiento para este año. ¿Se nota alguna desaceleración de la economía valenciana? R. La crisis de Asia ha afectado a diversos sectores. Pero la situación es buena y el tirón que da Estados Unidos compensa la crisis de otras regiones. El Gobierno ha corregido los datos de crecimiento del 3,8% al 3,5%, pero yo dispongo de informes en los que el crecimiento valenciano será superior, alguno incluso habla de llegar al 4%. P. La participación autonómica en el IRPF ¿ha permitido mayor control del dinero negro? R. Estamos dando los primeros pasos en la cooperación con la Agencia Tributaria. Nuestra contribución a la transparencia ha sido el nuevo sistema de valoración en la transmisión patrimonial e impuesto de sucesiones que facilitan la gestión de estos tributos. P. El mercado de futuros de cítricos, del que la Generalitat es socio mayoritario, lleva meses prácticamente inactivo, ¿Lo cerrarán? R. No. Lo que haremos es traer nuevos subyacentes, como el contrato de electricidad. El mercado de cítricos fue un empeño de aquí, pero después de un tiempo nos dimos cuenta de que nadie sabía qué hacer con él. Nosotros realizamos gestiones con el sector citrícola para potenciar el mercado, pero cuando no ves ningún interés, ¿qué podíamos hacer? P. ¿Cuál es el balance de su reforma de la ley de cajas? R. Las cajas han tenido una magnífica cuenta de resultados y un marco de estabilidad. El proceso ha sido ejemplar, no han habido tensiones y nuestra ley ha servido incluso en otras comunidades. P. Ustedes endurecieron el régimen de incompatibilidades para ser consejero de una caja. Curiosamente, los únicos casos conflictivos surgidos tras la aprobación de la ley sólo implican a personas propuestas por el PP. R. Nosotros hacíamos hincapié en las incompatibilidades políticas. Algún caso que ha surgido se ha resuelto en la comisión de control. Pero creo que es muy importante que ya no formen parte de los órganos de gestión alcaldes o concejales como antes. P. ¿Qué motivos, al margen de los políticos, hacen aconsejable la fusión de Bancaixa y la CAM? R. Hay una cosa indiscutible, la competencia va a aumentar, por fusiones de otras entidades y por la aparición de nuevos sistemas de atención al cliente. A mayor competencia se requiere más tamaño para mantener la cuenta de resultados. No digo lo que hay que hacer, lo único que digo es que no estén quietos. Ante los nuevos retos que supone el euro, la reducción de los tipos de interés, hay que reaccionar. Pero son las cajas las que tienen que decidir la fusión, nunca por motivaciones políticas. P. ¿La fusión entre las dos cajas valencianas requiere un acuerdo político previo? R. Si ambas cajas se fusionaran sería preciso el acuerdo de la asamblea general. Me gustaría que esas decisiones no trascendieran de los ámbitos de gobierno de ambas entidades, no creo que deba requerir un pacto político. P. Están empeñados en que las cajas entren en sectores estratégicos: agua, gas... De nuevo mirando a Cataluña. R. Desde el principio comenté que había dos cosas que me preocupaban. Primero habíamos asistido inactivos a la proliferación de oficinas de otras entidades en la Comunidad mientras que nosotros no lo hacíamos, y eso iba a provocar una pérdida de la cuota de mercado que debíamos compensar saliendo fuera. Había que salir a otras regiones. La Caixa tiene unas plusvalías latentes de más de 800.000 millones en su cartera industrial. Es evidente que le había sido rentable invertir en sectores estratégicos. Esas plusvalías permiten a La Caixa una expansión en toda España sin grandes problemas aunque esas oficinas no sean rentables a corto plazo. P. ¿Cómo cambió su labor la fusión con Administraciones Públicas? R. Se controla mucho mejor el capítulo I, las nóminas, una partida que genera grandes tensiones. P. Ustedes han conseguido cerrar la legislatura con un acuerdo con la patronal y CC OO. ¿Por qué no con UGT? R. La sensación es que UGT tiene demasiados compromisos políticos. P. ¿Qué pasará con los sumarios abiertos a la patronal a propósito de las irregularidades en los cursos de formación? R. Confío en que al final todo se aclare y no haya responsabilidades. Si al final hay una diferencia a favor de la Administración que debe compensar la CEV, que lo haga y que no haya problemas para nadie. P. ¿Qué caja funciona mejor, la del PP o la de la Generalitat? R. La del partido está bastante peor con una tesorería muy justa. Hemos pagado una sede que tenemos desde hace 20 años y las campañas se financian de manera legal. P. ¿Su objetivo es la mayoría absoluta en las próximas elecciones? R. Nuestro objetivo es ganar las elecciones. P. ¿Seguirá usted en Economía? R. Estoy a disposición del presidente, pero en este sitio me encuentro muy cómodo.José Luis Olivas. Consejero de Economía, Hacienda y Administraciones Públicas
El máximo responsable de la Hacienda valenciana asegura que las transferencias más costosas, las de Sanidad y Educación, se negociaron de forma precipitada. Y se apoya en el presidente catalán, Jordi Pujol, para señalar que la Comunidad Valenciana es castigada por el Estado. Para paliar un problema que califica como crónico apuesta por una mayor autonomía financiera, por recaudar directamente una parte mayor de "una cesta de impuestos".
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