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El ciclismo, primera experiencia fallida

Carlos Arribas

Los controles por sorpresa los inauguró el ciclismo el martes pasado. Lo hizo de una manera que han criticado los propios medios federativos, reflejo, según José Rodríguez, presidente del sindicato de corredores y, a la vez, miembro de la comisión antidopaje de la federación española, de que se han hecho de forma precipitada."Por las ganas que tenemos de limpiar nuestra imagen nos sometemos a cosas que no debemos", reconoce Rodríguez, que fue también uno de los organizadores de los controles sorpresa.

La federación recibió del Consejo Superior de Deportes su objetivo productivo fijado en 150 controles por sorpresa al año. La orden determinaba que deberían hacerse en un periodo no competitivo, lo que en la federación se entendió como días en que no hubiera carrera y ni cortos ni perezosos la víspera de la salida de la Vuelta a Murcia José Rodríguez hizo un sorteo entre los participantes, seleccionó a 10, avisó por teléfono a los equipos y se presentó en el polideportivo de la capital murciana para proceder a la recogida de orina con una médico y otros responsables federativos. "Yo no entiendo que vayamos contra la filosofía de la ley que dice que los controles deben hacerse en periodo no competitivo", dice Rodríguez cuando se le comenta que es extraño hacer unos controles por sorpresa la víspera de una carrera a unos corredores que el día siguiente podrían ser convocados por sorteo a los controles de la competición. "Es que está tan cargado el calendario que siempre van a caer cerca de alguna carrera".

El sentido de los controles por sorpresa, tal como los hace, por ejemplo, la federación internacional de atletismo, es la búsqueda de sustancias, como los anabolizantes, que se toman en la época de entrenamiento y cuyo rastro se ha borrado cuando la llega la competición. Ese objetivo se pierde haciéndolos en plena temporada de carreras.

"Sí, supongo que lo ideal sería hacerlos en dieciembre y en enero, cuando los ciclistas se entrenan", admite Rodríguez. "El problema es que en esa época es muy difícil dar con ellos, cada uno entrena en un sitio".

El equipo alemán Telekom, que ha organizado sus propios controles sorpresa, ha exigido a sus corredores que estén permanentemente localizables por su teléfono móvil para solucionar el problema.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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