Política a tiempo completo
Trabajadora compulsiva, Teófila Martínez (51 años, Santander) tiene asombrados a propios y extraños. "No se sabe de dónde saca el tiempo y la vitalidad, pero lo saca", dice un dirigente popular, que recuerda que la alcaldesa almuerza en su despacho y que pasa más horas en los aeropuertos que en su casa. Dedica a la política cuantas horas estira el día, aunque la acumulación de cargos deja en entredicho cualquier atención por debajo de las 12 o 14 horas diarias: alcaldesa de Cádiz, diputada nacional, vocal de la Ejecutiva Nacional del PP, vicepresidenta regional [hasta ayer], presidenta de la Asociación de Mujeres para la Democracia y otros cargos derivados de la alcaldía, como la presidencia del Consorcio de la Zona Franca. En cuatro años, ha cogido días libres con cuentagotas, lo que le ha permitido gobernar con mano de hierro y conducir todos los asuntos importantes. No en vano, cuenta con equipo de gobierno de circunstancias. Alguna vez se ha quejado de que no le dieran más libertad para confeccionar la lista municipal. Los dos platillos de la balanza de haberes y deberes están atiborrados. Ha sabido activar todos los proyectos diseñados por el PSOE, con modificaciones y algunas novedades. Su gran éxito, a base de su influencia en Madrid y de su contumacia, ha sido lograr que el Ministerio de Fomento aporte 11.000 millones de pesetas para soterrar la vía del tren en colaboración con el Ayuntamiento y la Junta. Por tercer año, la ciudad va a recibir una ayuda especial de 600 millones de pesetas por su insularidad. La operación urbanística más importante que le resta a Cádiz, la de los suelos ociosos de Astilleros, está en pie y en dos solares de extramuros se van a construir cientos de viviendas de renta libre. Tanto el Colegio de Arquitectos como la oposición han arrojado sombras sobre las promociones privadas, han acusado a Teófila Martínez de plegarse a los intereses particulares y de practicar un urbanismo "franquista". En su debe queda registrado que poco o nada ha hecho en las dos materias capitales en Cádiz: el paro y la vivienda. La ciudad contabiliza aún casi 3.000 infraviviendas y la mayor tasa de desempleo de todo el país. Pero sobre todo hay que anotarle la mayor parte de la responsabilidad en el deterioro institucional que reina en Cádiz. Desde el primer día de gobierno ha protagonizado acalorados enfrentamientos con la Junta, aunque hay que sumarle rifirrafes con el Colegio de Arquitectos y el de procuradores, algunas asociaciones vecinales, la familia Pemán, algunos medios de comunicación, y los partidos de la oposición, que llegaron a firmar un manifiesto conjunto reclamando más tolerancia a la alcaldesa. Los juzgados dilucidan en la actualidad algunos casos con concejales del PSOE y del PDNI que fueron denunciados por el PP. De carácter colérico, Martínez ha desconcertado a veces a los propios dirigentes de su partido, que con cautela le han recomendado una actitud más conciliadora. Hace dos semanas, en el transcurso de una rueda de prensa, la alcaldesa exigió a una redactora de la Cadena SER en Cádiz que revelara sus fuentes informantes, cuando la periodista le preguntó por un posible pulso entre Rodrigo Rato y Javier Arenas por su nominación como presidenta regional de los populares. Es el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, con quien Martínez mantiene una mayor vinculación política y personal. Ella y también su marido, Santiago Cobo, presidente de los empresarios de la provincia de Cádiz. No obstante, en los dos últimos años se paseó por Cádiz con Francisco Álvarez Cascos dos veces. Paradójicamente, parece contar con más apoyos en Madrid que en Andalucía. Ahora tendrá oportunidad de invertir esta circunstancia.
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