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FÚTBOL: 22ªJORNADA DE LIGA

El Zaragoza no pudo con el Alavés ni jugando contra diez

Un Zaragoza caótico, desordenado y conformista no fue capaz de superar al Alavés ni cuando los vitorianos se quedaron con diez. Fue suficiente el orden y la disciplina para que los jugadores de Mané encarrilaran un partido que se les puso de inicio muy cuesta arriba, pero que acabaron controlando con absoluta facilidad. Sólo la carencia de hombres de área impidió que el conjunto vasco se llevara la victoria. El público no perdonó y acabó despidiendo a Rojo con una espectacular pañolada, tras haber protestado de forma insistente el pésimo juego zaragocista y la falta de reacción de su banquillo. Nada hacía presagiar el desenlace del partido, porque a los cuatro minutos, el Zaragoza abría el marcador en la primera llegada al área de Tito. Durante un cuarto de hora, los locales interpretaron el partido tal y como habían comenzado, haciendo circular el balón con rapidez, con constantes cambios de orientación y aprovechando la velocidad de Gustavo López, Kily y Jamelli para desbordar a la defensa rival.

Pero ahí se acabó toda la clarividencia local. El Alavés, forzado por el gol que llevaba en contra, adelantó sus líneas. Mantuvo el mismo esquema pero llevó la presión al campo del Zaragoza. El Alavés no tenía profundidad ni inquietaba a Mondragón, aunque había logrado quitarse el agobio de encima. Su presencia en el área era escasa, pero su efectividad máxima, y en la primera llegada lograron el gol del empate.

El segundo tiempo no existió. El Alavés se quedó demasiado pronto sin Gerard y tuvo que limitarse a defender; mientras el Zaragoza lo hacía cada vez peor. Rojo reaccionaba al ritmo que marcaban las protestas del graderío, lo que abundó en el divorcio entre público y equipo. El técnico acabó poniendo en liza un equipo en el que había tantos hombres con capacidad ofensiva y llegada, como desorden y falta de criterio. Así las cosas, sólo cabía esperar el final para conocer el grado de la protesta del público. La pañolada fue mayúscula y las protestas contra Rojo le colocan en una difícil situación.

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