Reivindicación del portero "bajito"
Contreras resolvió su papeleta con eficacia, y sólo le faltaron centímetros en el segundo gol
Contreras se estrenó ayer en el gran clásico, merced a la lesión del portero titular del Real Madrid, Bodo Illgner. Había jugado ya en el Camp Nou con el Rayo, hace dos años; y recibió seis goles pero se convirtió en el héroe de su equipo. Ayer le sucedió algo similar: sufrió tres tantos pero dio seguridad a su defensa, resolvió con experiencia las situaciones difíciles y respondió a la medida que los optimistas esperaban de él.Sus críticos le reprochan escasa estatura (mide 1,80, frente al 1,90 de Illgner), pero el Madrid ha contado durante años con arqueros de envergadura similar o incluso inferior (Buyo, 1,79; Miguel Ángel, 1,75) que mantuvieron la titularidad durante muchas temporadas y llegaron a ser internacionales con la selección española (Miguel Ángel jugó el Mundial de Argentina, y marcó toda una época en el fútbol español tras la retirada de Iríbar).
Ayer, Contreras dominó casi todos los centros por alto. En el minuto 1 atrapó el primer balón bombeado del partido, y luego repitió la suerte en otras jugadas parecidas. Únicamente pasó apuros con el salto en la jugada que le enfrentó por el aire a Kuivert (quien mide 1,90) en el minuto 43 de la segunda parte, al no atrapar el cuero. En el minuto 19 del primer tiempo, también se vio en una situación difícil, pero se hizo con el balón en dos tiempos.
Las más relevantes intervenciones de Contreras se produjeron ante grandes disparos del Barcelona. En el minuto 9 del partido detuvo muy bien junto a su poste derecho un tiro de Rivaldo, cuya principal dificultad residía en el bote que dio el balón muy cerca de la raya de meta. La misma eficacia mostró ante tiros similares de Figo (minuto 22 de la primera parte) y Rivaldo (minuto 14 de la segunda parte), siempre con el bote tan cerca como para dificultar mucho la sujeción.
Sus dos mejores paradas se produjeron ante Luis Enrique y Cocú. En el minuto 42 de la primera parte tapó muy bien el marco cuando el ex madridista tenía el balón botando ante sí. El lanzamiento de Luis Enrique chocó contra el cuerpo bien situado del guardameta. En el minuto 43 de la segunda parte respondió con una buena parada a un tiro de Kluivert, que incluso consiguió sujetar. Curiosamente, todas las veces que se arrojó al suelo lo hizo a su lado derecho. Todos los porteros se lanzan mejor a un lado que a otro, lo que se aprecia casi siempre en las salidas por bajo en el centro del área, donde pueden ellos elegir el costado; generalmente, los zurdos prefieren tirarse al lado derecho; y los diestros, al izquierdo. Y contreras es diestro.
En el primer gol no tenía apenas posibilidades de detener el balón, y aun así lo tocó. En el segundo sí puede reprochársele su falta de centímetros, puesto que Luis Enrique le batió elevando el balón ante su media salida. Y el tercero, de Rivaldo, ningún otro portero lo habría parado.
Los metas altos suelen tener problemas en los balones rasos. Y a los guardavallas de menor estatura se les reprocharán siempre los goles por alto. Illgner responde bien en los dos terrenos, pero, paradójicamente, se le han recriminado sobre todo los goles que le han marcado cabeceadores contrarios.
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