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FÚTBOL: 22ª JORNADA DE LIGA

La intuición de Raúl, la técnica de Rivaldo

Los máximos anotadores del campeonato recurren a fórmulas antagónicas para llegar hasta el gol

Sólo coinciden en la cantidad. Raúl y Rivaldo marcan muchos goles: 13 lleva el madridista, 12 el azulgrana; y si se descuentan los anotados de penalti, la igualdad es total: 11 cada uno; más que nadie en el campeonato español. Pero los logran siguiendo rutas diferentes, casi opuestas. Raúl es intuitivo, directo (el 77% de sus tantos llegaron a un toque) y más decisivo; Rivaldo llega a la red con más rodeos (nunca remata a la primera, excepto de cabeza) y casi siempre para sentenciar, cuando el marcador ya está de cara para su equipo. El español se desmarca, adivina la jugada y acude antes que nadie a su encuentro; el brasileño acostumbra a fabricarse los goles, los saca de la nada y los adorna con regates imposibles. El gol de Raúl es más fácil de clasificar. El siete madridista tiene preferencias más pronunciadas que su competidor: marca con la izquierda (85%), en la primera mitad (62%), desde el área grande (69%) y cuando juega en el Bernabéu (85%). Rivaldo anota indistintamente con una u otra pierna o con la cabeza, y tanto desde el área chica como desde la grande. También tiene querencia hacia el propio estadio (75% de sus goles) y - en eso sí que se diferencia mucho del madridista-, en el segundo tiempo (83%). Raúl, en cambio, tiende más a abrir el marcador.

Con todo, el antagonismo más característico se refleja en el número de toques de balón a los que recurren para llegar al gol. Raúl da simplemente uno. En una ocasión, ante el Alavés, recurrió a un ligero control antes de disparar. Y sólo dos veces ha tenido que librarse de algún defensor antes de marcar: de Paco (Zaragoza) antes de su célebre gol de palanca en La Romareda, y de Arregui (Villarreal), en su estreno goleador en esta Liga, en el único tanto conseguido desde fuera del área. Los restantes goles (10), los ha marcado a un toque, con remates sobre la marcha. Se desmarca bien y huele como pocos los rechaces. Por eso apenas necesita quitarse rivales de encima. Se gana la soledad y tira sin oposición. Los suyos son tantos directos, rápidos, fulgurantes.

Rivaldo representa exactamente lo contrario. Se recrea en la suerte. Salvo en los penaltis (1) y en los cabezazos (4), sus goles siempre han contado con más de un toque. Y a veces más por inercia que por necesidad. Ante el Tenerife, Kluivert le devolvió la pelota a un metro de la línea de gol, con Unzue batido; y ni aun así Rivaldo pudo resistirse. Lejos de empujar de primera a la red, el brasileño controló el balón y fusiló después.

A Rivaldo le fascinan las aventuras personales. Por eso la mitad de sus goles han llegado precedidos de algún regate. Prefiere superar al portero con un quiebro (así ha sucedido en tres ocasiones y siempre hacia su derecha) que con un remate.

Encierran más trascendencia los goles de Raúl (siete de ellos han servido para poner por delante a los blancos, y otros dos para nivelar una desventaja) que los de Rivaldo (ocho de sus tantos llegaron cuando el Barça ya ganaba). También ha demostrado mayor puntería el madridista: el 62% de sus remates fueron bien dirigidos, a puerta, y uno de cada cuatro acabó en la red.

En favor del brasileño hay que reseñar su mayor influencia en los goles de su equipo. Además de sus 12 tantos, ha provocado un penalti y ha servido ocho pases de gol. En suma, Rivaldo ha tenido protagonismo en casi la mitad del caudal realizador del Barcelona (47%). Raúl, no tanto: 13 goles y tres asistencias (participación directa en el 36% de los tantos del Madrid, sumando ambos conceptos).

Pese a las diferencias existentes entre ambos, en el particular arte de golear de estos dos jugadores también se descubren coincidencias. Por ejemplo, ambos han marcado en el mismo número de partidos (ocho), han compartido algunas víctimas (Athletic, Real Sociedad, Tenerife y Zaragoza) y, además, cuando ven puerta acostumbran a repetir (así ha ocurrido la mitad de las veces). Finalmente, los penaltis les unen: los han tirado de la misma manera: con la izquierda, rasos y ajustados a la derecha de los porteros.

Los mejores realizadores de la Liga, Raúl y Rivaldo, tendrán mañana en el Camp Nou otra buena ocasión de medir sus estilos opuestos, sus antagónicas maneras de llegar hasta el gol.

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