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Los nuevos trenes de FGC reducen los retrasos

La línea de Igualada y Manresa de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), que cuenta con nuevos trenes desde el domingo, registró ayer nuevos retrasos, ceñidos a las horas punta de la mañana. Algunas de las pequeñas averías se reprodujeron y motivaron que la impuntualidad volviera a superar los 20 minutos. El consejero de Política Territorial, Pere Macias, recibió ayer un informe sobre las incidencias en las nuevas líneas. La compañía procedió ayer a reforzar los servicios. Los jefes de tren se mantuvieron en el convoy durante todo el trayecto. En principio estaba previsto que sólo lo hicieran en la mitad del tramo, pero los incidentes en puertas y estribos recomendaron su presencia durante todo el trayecto para evitar que el maquinista tuviera que abandonar su puesto. Dos inspectores de Sarrià reforzaron el equipo de control de tráfico centralizado (CTC) de Sant Boi, que controla la línea del Baix Llobregat. Un portavoz de la compañía, tras reconocer que estos días "no figuraran en la historia de FGC como los mejores", añadió que los "pequeños problemas" registrados se deben a la falta de práctica real en la línea. Las quejas de los usuarios se han multiplicado. Una parte de ellas hacen referencia a los retrasos y otra a la falta de información sobre los nuevos horarios y servicios.

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