"Aguanto porque tengo 42 escaños y no saqué mayoría absoluta", asegura Zaplana

Y al tercer día habló. El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, rompió ayer el significativo silencio que ha mantenido desde que el lunes se desató la crisis en la coalición de gobierno, con el abandono de militancia en UV de la ya ex consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin. El presidente aprovechó una entrevista con la Cadena SER para ratificar su apoyo personal y político a Ramón-Llin, para la que no escatimó elogios, y para advertir a los dirigentes de UV que están equivocados. "Aguanto porque tengo 42 escaños y no saqué mayoría absoluta", aseveró.

La estrategia informativa del Ejecutivo autonómico ante la tensión generada entre los dos socios del gobierno, limitada a declaraciones del consejero José Joaquín Ripoll, se rompió ayer al aceptar Zaplana ser entrevistado para el programa Alicante hoy por hoy, que dirige el periodista Vicente Hipólito en la Cadena SER. Zaplana reconoció que él, personalmente, le pidió el lunes a Ramón-Llin que continuara como responsable de la Consejería de Agricultura tras haber abandonado la militancia en UV. "La verdad", dijo, "es que en un primer momento, hasta que no hablara con el presidente de UV, no había especial motivo para pensar que se tenía que marchar la consejera del gobierno que mejor valoración tenía, elogiada unánimemente por las Cortes durante el debate de los presupuestos". Pese a la tensión evidente, el presidente aseguró que la "normalidad" no se ha llegado a perder "nunca". El resumen, para Zaplana, sería así de simple: "Una muy buena consejera dimite, primero de su partido y posteriormente, en un gesto de generosidad y honradez política impresionante, pone su cargo a disposición y también dimite". Otra cosa fue la reacción de Unión Valenciana, que para el presidente ha hecho de la dimisión de Ramón-Llin "una cuestión de orgullo y dignidad". "En muy poquitas horas, porque ella conoce mejor que nadie a los dirigentes de UV, vió que efectivamente el tema iba a poner en cuestión la estabilidad del Gobierno, dimitió y me facilitó muchísimo el acuerdo con UV para restablecer en toda su normalidad el pacto de gobierno". Para el presidente del Consell, hubiera sido absurdo que, a cinco meses de las elecciones las dos formaciones políticas se enzarzaran "en esas cuestiones, después de lo que hemos tenido que aguantar todos durante estos años, con generosidad". La dimisión de Ramón-Llin como consejera pese al apoyo recibido de los sectores sociales afectos a su departamento, es para el presidente un "caso evidente" de disfunción entre lo que hacen los políticos y lo que piensan los ciudadanos. "Por el interés general he resuelto tener un gobierno estable", puntualizó, "sin detenerme en cuestiones de política menor que nos han acompañado, muy a mi pesar y por desgracia, durante estos últimos años". Tras la acostumbrada andanada contra los partidos de la oposición, Zaplana retomó el motivo principal de la entrevista, la crisis, y recriminó a UV su indefinición. "O se está en el gobierno o en la oposición", dijo, "porque es muy difícil vender las dos cosas, votar y decir en el gobierno que todo va bien y en las Cortes lo contrario". "Yo aguanto esta situación", enfatizó, "porque tengo 42 escaños y no saqué mayoría absoluta, y porque una de mis obligaciones es dotar a la Comunidad de un gobierno estable, que intente vivir al margen de estas cuestiones para defender los intereses generales, y que a los ciudadanos les afecte lo menos posible el batiburrillo en el que normalmente nos quieren meter". No faltaron las críticas del presidente, micrófono abierto, a sus socios de gobierno, a los que recriminó mantener una estrategia "equivocada". "UV cree que la única posibilidad que tiene de crecer electoralmente es buscar diferencias y discrepancias con nosotros, pero yo les he dicho muchas veces que lo más lógico y sensato sería apuntarse a los éxito de este gobierno, en el que tienen dos miembros". Zaplana recomendó a los regionalistas "mirarse" en CiU, "que sin estar en el Gobierno intenta apuntarse algún éxito y demostrar que es un partido que mantiene la estabilidad, que apoya y ayuda con responsabilidad". La entrevista acabó como empezó: con elogios a María Ángeles Ramón-Llin, a la que el presidente convirtió en ejemplo de nobleza política. "Es una persona a la que no creo que haya que despedir", aseguró, "por su extraordinaria valía personal y política a la que auguro un futuro esperanzador". A preguntas del periodista sobre un posible fichaje de la ex consejera por el PP, Zaplana aseguró que no había intervenido en su decisión de abandonar UV. "Estoy seguro de que será recuperada en algún ámbito", se limitó a responder sin más precisiones.