Maeso se sometió a una cura de desintoxicación con el conocimiento de La Fe, según una testigo
Una testigo confirmó ayer ante el juez lo que numerosas enfermeras habían relatado en sus comparecencias judiciales: Juan Maeso, el único imputado por el brote de hepatitis C detectado en dos hospitales de Valencia, pudo consumir drogas mientras ejercía de anestesista en La Fe. Carmen Salcedo, ex delegada sindical de Comisiones Obreras (CC OO) en el centro sanitario, aseguró durante su declaración que José Antonio Aznar, ex director gerente de La Fe, le participó que el facultativo estaba en una cura de desintoxicación después que le trasladara las quejas que tres enfermeras tenían sobre Maeso. Aznar negó en el juzgado tener cualquier conocimiento de la supuesta toxicomanía del médico.
La flagrante contradicción entre los testimonios de Aznar y Salcedo no es nueva: varios de las decenas de testigos que han comparecido ante el juez a propósito del masivo contagio han hecho relatos opuestos sobre algunos pormenores del caso. Ahora bien, la ex delegada sindical otorgó ayer carácter oficial, por primera vez, a la supuesta toxicomanía de Juan Maeso. Según fuentes cercanas al caso, Salcedo, concejal de Esquerra Unida (EU) en el Ayuntamiento de Valencia, no titubeó a la hora de afirmar que José Antonio Aznar, ex director gerente de La Fe, le confesó que el anestesista se estaba sometiendo a una cura de desintoxicación. Lo hizo, explicó la ATS, a raíz de que ella elevara a la cúpula del hospital las quejas que tres enfermeras tenían sobre la labor profesional del facultativo, concretamente sobre su actuación en el tratamiento dispensado a un paciente. Salcedo, enlace sindical en la ciudad sanitaria entre 1988 y 1992, trasladó la queja para evitar a las denunciantes los habituales y lentos cauces burocráticos. La denuncia de Salcedo, que ratificó los comentarios velados y quejas varias existentes sobre la profesionalidad de Maeso, contrasta con la declaración prestada por Aznar, el pasado septiembre, ante el juzgado. El que fuera director gerente de La Fe entre 1989 y 1991 aseguró durante su comparecencia que nunca tuvo constancia ni escuchó comentario alguno sobre el pretendido coqueteo de Maeso con las drogas. El juez encargado de la investigación, José Manuel Ortega, trabaja con la hipótesis de que Maeso pudo inyectarse parte de las opiáceos destinados a sus clientes para saciar su drogodependencia. El anestesista, al que un informe de la Consejería de Sanidad imputa 131 contagios de hepatitis C, ha negado reiteradamente que haya consumido cualquier tipo de sustancia estupefaciente. Otro tanto han hecho varios de sus colegas o responsables del hospital La Fe. Sin embargo, varias de las enfermeras que han desfilado por el Juzgado han destacado tanto el extraño comportamiento del anestesista como los insistentes rumores sobre su adicción a las drogas. Otro tanto sucedió ayer. Salcedo dijo sin recato que el personal del hospital "tenía asumido" el peculiar comportamiento de Maeso -ex jefe del servicio de anestesia del centro maternal- y las causas que lo provocaban, lo que le valió un duro interrogatorio por parte del abogado del facultativo, Francisco Davó. Camperas en el quirófano Sin tanta contudencia, pero de manera gráfica, otra de las enfermeras que prestó declaración ofreció su particular visión de Juan Maeso: "no tenía un comportamiento normal", dijo, ya que en ocasiones, añadió, "entraba con botas camperas en el quirófano" o no se recataba a la hora de "fumar" en áreas en las que echar un pitillo está, además de prohibido, radicalmente desaconsejado. De otro lado, el consejero de Sanidad, Joaquín Farnós, aseguró ayer que es "respetuoso con las decisiones de la justicia" tras conocer que el fiscal ha pedido el archivo de la investigación abierta contra él por revelar un informe sobre el brote.
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