Los 'barones' garantizan a Borrell que defenderán su opinión en la elaboración de las listas electorales
No todo está escrito en el documento que el sábado aprobó el Comité Federal del PSOE para distribuir las competencias entre el candidato a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, y el secretario general del partido, Joaquín Almunia. También hay "pacto entre caballeros", suscrito verbalmente entre los tres presidentes autonómicos socialistas y el líder de la oposición. Borrell pidió en la negociación que se ampliara el comité de listas para incluir a personas de su confianza. Le dijeron que no, pero tiene su palabra de que la opinión del candidato será "preponderante" en la confección de las candidaturas.
Manuel Chaves, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y José Bono, presidentes respectivamente de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, escucharon de José Borrell algunas peticiones que no pudieron atender. En el fragor de la negociación del último día, el pasado viernes, el candidato pidió la ampliación de la Comisión Federal de Listas, que preside el secretario de organización, Ciprià Ciscar, compuesta por once personas elegidas por un comité federal.La respuesta fue negativa, al igual que lo fue la demanda de que se ampliara la Comisión Ejecutiva Federal que salió del 34º congreso celebrado en junio de 1997. Los tres presidentes autonómicos le aseguraron que aunque no quedara escrito, tiene su palabra de que en el momento de confeccionar las candidaturas su opinión será "preponderante". El cauce para expresarla no será tal comisión de listas, sino los secretarios regionales.
El candidato ha tenido durante estos días de negociación la ocasión de comprobar cuan grande es el poder territorial de su partido.
Esta petición les hizo a los tres principales barones del PSOE reafirmarse en su tesis de que José Borrell no conoce el discurrir de la vida interna del PSOE. Algo lógico si se tiene en cuenta que el candidato, a pesar de sus muchos años de militancia en ese partido, nunca ha estado integrado en las estructuras de poder. Siempre ha tenido cargos institucionales y su inclusión en las candidaturas al Congreso se ha producido de forma natural sin que haya tenido que pelearse con nadie.
Los barones informaron a Borrell de que el Comité Federal de listas tiene una importancia muy relativa ya que "Ferraz no cambia las listas que vienen elaboradas por las ejecutivas provinciales y regionales", aseguran que le dijeron fuentes de la negociación. Desde esta realidad le indicaron que si tiene interés en incluir a determinados compañeros en las listas deberá hacerlo saber a los secretarios regionales.El compromiso con Borrell de Chaves, Bono y Rodríguez Ibarra está en que harán valer su influencia ante el resto de los barones regionales para que escuchen y atiendan sus peticiones.
Pero para la mayoría de los miembros del Comité Federal las causas que han conducido a esta situación poco tienen que ver con documentos escritos e incluso tampoco son del todo responsables Borrell y Almunia. El ex ministro de Economía Carlos Solchaga así lo dijo ante el Comité Federal. "Basta mirarles a los dos para ver que no hay problemas ideológicos entre ellos. Ha habido una lucha de poder político en un momento de vacío de liderazgo", aseguran que dijo.
Tampoco el secretario general, Joaquín Almunia, fue suave en la autocrítica. "Tenemos un problema de dirección y liderazgo que viene desde que perdimos las elecciones y Felipe González decidió abandonar la secretaría general; antes todo era fácil con el liderazgo de Felipe", relatan asistentes a la reunión. Manuel Chaves abundó en el mismo análisis: "El problema no es tanto la bicefalia como la acefalia".
José Borrell no desmintió a sus compañeros. "El partido ha venido perdiendo impulso progresivamente desde que perdimos en el 95 los gobiernos de numerosas comunidades autónomas y alcaldías y no lo hemos recuperado a excepción del alza que hemos tenido en las elecciones vascas".
Ayer la mayoría de los dirigentes socialistas prefirió pasar la página de la crisis. Borrell el primero. "Mis compañeros me han elegido para que haga oposición a Aznar", dijo a la Cadena SER. A Borrell le parece de perogrullo que tenga que transmitir la opinión del partido. "¿Es que alguien puede imaginar que yo me voy a inventar una teoría política distinta de la organización a la que represento y en la que milito desde hace 25 años?", se preguntó. Aprovechó la ocasión para mirar hacia el PP y opinar sobre cómo funciona. "Aznar es la perfecta imagen del autócrata, del ordeno y mando que tanta desconfianza despierta en los españoles".
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