Zaplana dice que cerrará la composición de la Acadèmia de la Llengua en el "momento más propicio"

El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, reconoció ayer que en la actualidad no existen conversaciones con los socialistas para cerrar la negociación sobre la elección de los integrantes de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. "Ahora tenemos que hacer un esfuerzo en el momento que sea más propicio y con el mayor sigilo y prudencia que sea posible para terminarla [la Acadèmia]", dijo Zaplana, que restó importancia a que este organismo no pueda entrar en funcionamiento por la falta de acuerdo para nombrar a los 21 académicos. "Siendo un paso importante, no lo es tanto como la creación de la Acadèmia", prosiguió Zaplana, "no es una situación buena, pero no hay que dramatizar". El responsable del Gobierno valenciano puso como ejemplo el Tribunal Constitucional, que "puede estar un tiempo sin nombrar a sus magistrados porque falte el acuerdo de las formaciones políticas en el Parlamento". Por su parte, el secretario general de los socialistas valencianos y candidato a la Generalitat, Joan Romero, insistió en que "la ley de la Acadèmia Valenciana de la Llengua sin el ente normativo no es nada, es papel mojado". "Zaplana no ha tomado ninguna iniciativa, ni pública ni privadamente para cumplir con lo que marca la ley", dijo Romero, que añadió: "Los socialistas estamos a la espera [de que Zaplana tome la iniciativa] con la mejor de las voluntades pero si no es así es porque no le interesa solucionar un conflicto histórico y antepone los intereses de su partido". En este contexto, el coordinador general de Esquerra Unida, Joan Ribó, anunció ayer que su partido planteará que las competencias normativas sobre el valenciano recaigan sobre el Institut Interuniversitari de Filología "si no se soluciona en poco tiempo" la composición de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Ribó anunció que la cuestión del conflicto lingüístico será uno de los elementos principales de la oferta programática de Esquerra Unida en las próximas elecciones. Joan Ribó arremetió contra los socialistas por el comportamiento "intolerable y suicida" durante las negociaciones.