Gil se reúne con Sacchi para exigirle cambios inmediatos

Jesús Gil ya está en primera línea de fuego, con todo lo que eso supone en el Atlético. Llevaba un tiempo alejado de la actividad del club, delegando toda la gestión en su hijo Miguel Ángel, pero la crisis le ha devuelto a escena. Gil dispara a un punto concreto, el entrenador y su sistema táctico. El lunes le mandó recados a través de la prensa -"los jugadores viven pendientes del sistema y no del juego", "el error está detectado y es el famoso fuera de juego; insistir en él es de poco inteligentes"- y ayer se los lanzó personalmente al técnico. Se reunió con él, le pidió explicaciones y le exigió cambios inmediatos.El dueño del Atlético ha perdido la fe en Sacchi, pero las condiciones de su contrato -para rescindirlo el club tendría que abonar la ficha de ésta y la siguiente temporada y una indemnización- le mantienen por ahora a salvo. El técnico no se siente amenazado: "Tengo la tranquilidad del hombre que da todo lo que puede dar".

Sacchi no creía que los mensajes presidenciales fueran contra su sistema, pero, en cualquier caso, lo defendió: "Si en casa funciona bien, no puede ser malo fuera. Es un puzzle que da tranquilidad si lo haces bien; si no, la quita".

Gil fue duro tras la reunión con Sacchi, en el Calderón: "No voy a permitir que nos resignemos a perder. Me da igual el sistema, las líneas, el pirulí o lo que sea. Nos ha ido muy mal con eso y hay que cambiarlo. Tal vez Sacchi tenga a los futbolistas atenazados al sistema y se olvidan del juego".

Antes, por la mañana, Sacchi se reunió con la plantilla para comprender "los cambios de "mentalidad de un partido a otro". No concretó los motivos -"puede ser miedo, falta de experiencia, bajas..."- ni las soluciones. Sólo dijo: "Algo pasa y no podemos seguir así".

Toni, el capitán, también dio una versión superficial sobre la crisis y las reuniones: "Intentamos buscar soluciones y cuanto antes mejor. Predisposición hay, pero por una serie de factores las cosas no salen bien".