La dirección de CDC promete que no tomará represalias en Tarragona

La dirección nacional de Convergència Democràtica (CDC) tuvo que emplearse a fondo ayer de madrugada para que Josep Poblet presentara su dimisión como presidente del partido en Tarragona y la ejecutiva intercomarcal aceptara a Joan Aregio, concejal de Tarragona, como su sustituto. La cúpula de CDC tuvo que prometer que no tomará represalias contra ninguno de los dos sectores enfrentados.

Tras una maratoniana negociación de más de cinco horas y media, Josep Poblet se resignó a aceptar lo que hasta entonces se había negado testarudamente a admitir: que la dirección de CDC y la mayoría de su partido en Tarragona le habían dado la espalda y que su única salida era renunciar al cargo. Minutos antes de reunirse con Pere Esteve, a las 19.00 horas, Poblet seguía empeñado en no dimitir. Horas antes, la cúpula de CDC y varios dirigentes provinciales ya habían pactado su sustitución por Joan Aregio, amigo personal del secretario de organización, Felip Puig. La dirección nacional terminó aceptando diversas exigencias de Poblet. Entre ellas, que su cese fuera ratificado por la ejecutiva provincial. Todos sus miembros fueron convocados urgentemente y pasada la medianoche ratificaron la dimisión y eligieron a Aregio por aclamación. La cúpula nacionalista prometió que no tomará represalias contra ningún sector. Una de las propuestas fue la creación de dos vicepresidencias, que se repartirán el alcalde de Amposta, Joan Maria Roig, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Lluís Badia. Por su parte, el alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal, pidió ayer perdón a los militantes de CDC por el comportamiento de sus dirigentes: "Estas crisis denotan que los políticos aún no sabemos encontrar el sentido de las cosas con la necesaria rapidez. Ha sido una crisis muy triste y por ello tengo que pedir perdón", afirmó.