El consumo diario de yogur retarda la reaparición de ciertos tumores

También ayuda a tratar la anorexia, según un estudio del CSIC

Dos yogures al día para prevenir la reaparición de determinados cánceres después de una intervención quirúrgica. Ésa es una de las conclusiones de un estudio del Instituto de Nutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que además afirma que este producto lácteo aumenta las defensas, disminuye los efectos de la gastroenteritis y ayuda a recuperar a enfermos de anorexia nerviosa.

Las dos bacterias vivas que contiene el yogur -lactobacilo y estreptococo- actúan como reguladores de la flora intestinal ayudando a prevenir la reaparición del cáncer de colon y mam...

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Dos yogures al día para prevenir la reaparición de determinados cánceres después de una intervención quirúrgica. Ésa es una de las conclusiones de un estudio del Instituto de Nutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que además afirma que este producto lácteo aumenta las defensas, disminuye los efectos de la gastroenteritis y ayuda a recuperar a enfermos de anorexia nerviosa.

Las dos bacterias vivas que contiene el yogur -lactobacilo y estreptococo- actúan como reguladores de la flora intestinal ayudando a prevenir la reaparición del cáncer de colon y mama en pacientes que ya han sido intervenidos quirúrgicamente de tumores similares, afirmó Ascensión Marcos, investigadora del Instituto de Nutrición y Bromatología del CSIC. Un equipo de investigadores de este centro han experimentado en animales y humanos para llegar a la conclusión de que es necesario consumir dos yogures diarios para notar esos efectos.Los efectos beneficiosos del consumo de este producto lácteo en enfermos de cáncer se explican, según ellos, porque ciertas cepas de esas bacterias presentes en los yogures son capaces de inhibir agentes químicos carcinogénicos (sustancias generadoras de tumores).

Pero tienen además otros efectos benignos: activan la producción de anticuerpos y de macrófagos (una célula defensiva), por lo que ayuda a mejorar el sistema inmunológico, previene infecciones y, si éstas aparecen, lo hacen de una forma menos virulenta, precisó Marcos.

Lo que no hace el yogur es curar el cáncer: "Sólo hemos hallado que su consumo mejora la digestibilidad de las grasas, proteínas e hidratos de carbono, lo cual retrasa o previene, según la predisposición, la aparición de ciertos tumores", concluyó.

Sólo el de verdad

Sólo tiene estos efectos el verdadero yogur y no aquellos productos alimenticios de aspecto similar que no precisan conservación, ya que éstos no contienen ni lactobacilos ni estreptococos. La existencia de estas bacterias resulta pues determinante para que el yogur aporte sus beneficiosas propiedades, aunque su presencia, cuyo máximo se sitúa aproximadamente en 10 millones de bacterias por gramo, disminuye con el tiempo. Por eso lo mejor es consumir el producto lácteo una o dos semanas antes de la fecha de caducidad, porque es cuando éste contiene más bacterias, explicó la investigadora del Instituto de Nutrición.Pasado ese momento, el yogur aún mantiene las propiedades nutritivas, pero los microorganismos desaparecen. También es importante mantener los yogures a una temperatura adecuada. Estos alimentos deben conservarse a una temperatura entre los cero y los cuatro grados porque si se exponen a temperaturas superiores la colonia de bacterias desaparece.

Al mejorar las defensas naturales del organismo, el yogur se convierte en un aliado también para curar la anorexia nerviosa, una enfermedad en la que el paciente deja de comer, degradando sus sistema inmunológico. Marcos recordó que ahora se están demostrando científicamente las propiedades del yogur, que ha constituido un alimento "desde la noche de los tiempos".

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