¡Qué miedo!

Un hospital abandonado, frío y tétrico, en medio de un frondoso bosque próximo a Matadepera, es el escenario del rodaje estos días del primer largometraje de Jaume Balagueró (Lleida, 1968), Los sin nombre. Un filme que el director quiere "que dé mucho miedo". Basada en The Nameless, una novela de Ramsey Campbell -autor representativo de la moderna escuela literaria inglesa de terror-, la película arranca cinco años después del secuestro y asesinato de una niña. La madre, Claudia (Emma Vilarasau), a duras penas se ha repuesto de la pérdida cuando recibe una llamada telefónica que trastorna su vida. Una voz infantil al otro lado del hilo le implora: "Mamá, soy yo... Ven a buscarme". Así, la mujer, ayudada por un ex policía, Massera (el inquietante Karra Elejalde), y un periodista aficionado al ocultismo, Quiroga (Tristán Ulloa), inicia una búsqueda desesperada de su hija. A partir de aquí, el horror está servido. Balagueró, que confiesa que el terror le atrae más como concepto que como género -"me interesa el miedo como sensación"-, se metió en el proyecto tras leer la novela de Campbell hace cosa de dos años. El libro, revela el cineasta, cayó en sus manos por un motivo un tanto insólito. "Lo compré por el precio; estaba de saldo: sólo costaba 400 pesetas". Al empezar a leerlo se percató de que explicaba exactamente la historia que quería contar. "Encontré la novela tan extremadamente inquietante que me metí en ella", recuerda. El segundo paso hacia Los sin nombre fue convencer al productor, Joan Ginard, que ya había trabajado con él en sus dos cortos más conocidos, Alicia y Días sin luz. Fue fácil. Tras eso, el filme -con un presupuesto de 150 millones de pesetas- ha conseguido subvenciones públicas y el apoyo de una productora de peso, Sogedasa, del grupo Filmax. Para la protagonista, Emma Vilarasau -a quien Balagueró eligió porque su personaje "es muy extremo a nivel emocional"-, la película supone "un descenso a los infiernos". Karra Elejalde dice que aceptó el papel "por el guión" y porque tiene "cierta querencia a trabajar con jóvenes realizadores". "He hecho mogollón de maderos", comenta el actor vasco, "pero éste tiene algo de carne, de humanidad. Eso me acabó de decidir". El omnipresente Jordi Dauder figura en el elenco: es el forense.